JUANA AVELLANEDA

Somos conversó con Walter Oyarce Delgado, quien hoy dedica la mayor parte de su tiempo a rehabilitar chicos problema. Lo que busca es que la historia no se repita, que haya menos vandalismo, como el que demostraron los asesinos de su hijo en el palco de un estadio.

Hace poco se cumplieron dos años de la muerte de su hijo y todavía no hay sentencia. ¿Le preocupa no encontrar justicia? Personalmente creo que eso no se va a dar. Sería una bomba atómica para el Perú, olvídate. Creo que la gente que ha mostrado bastante solidaridad por este caso saldría a las calles a protestar. Todos estamos cansados de la violencia.

*Pero usted mismo ha denunciado que la parte acusada estaría utilizando maniobras legales para buscar la impunidad. Eso significa que en cualquier momento los presuntos autores del crimen podrían salir en libertad. * Así es. Han pasado 24 meses desde que se empezaron las investigaciones y sus abogados no han hecho otra cosa que dilatar el proceso. Han denunciado penalmente a fiscales, peritos, policías, hasta personal del mismísimo Inpe. ¿Por qué? Porque no les conviene llegar al juicio oral. La última jugada que han hecho sus representantes ha sido un pedido para variar el mandato de detención por el de comparecencia. Y eso no lo podemos permitir. Si estos delincuentes salen libres van a hacerle daño a alguien más. La historia no se puede repetir.

¿Tiene miedo de no encontrar justicia, como pasa en muchísimos casos en este país? Espero que los magistrados se pongan fuertes porque tenemos pruebas que muestran que tanto David Sánchez-Manrique Pancorvo, mejor conocido como el ‘Loco David’, tanto como el ‘Cholo Payet’ fueron los que empujaron a mi hijo desde el palco 128 de la tribuna sur del estadio Monumental. Uno lo agarró por la pierna izquierda y el otro lo empujó. Sin asco. Eso ha quedado demostrado con un peritaje forense hecho por profesionales, no lo digo yo. Es por esa razón que el 48 Juzgado Penal de Lima, el cual ha investigado el caso, ha pedido 35 años de cárcel efectiva. Pero de que están comprando gente, están comprando. Y me lo han dicho amistades de manera extraoficial.

¿Han intentado comprarlo a usted? No directamente, pero me han hecho llegar emisarios preguntándome cuánto quiero (ríe). Sé incluso que la familia del ‘Loco David’, que es bastante adinerada, estaba dispuesta a darme medio millón. No sé si de dólares o de soles, pero eso es lo de menos. Lo único que yo quiero es la verdad. Justicia, señores. Su plata no me va a devolver a mi hijo. Yo no quiero ni un sol de su parte. ¿Le molesta que haya quienes comenten que Walter tampoco era un santo? Sin duda me incomoda, pero no por lo que pueda trascender. Sus amigos, mi familia, toda la gente que lo conoció lo adora. Este sábado es su cumpleaños y la gente que aún lo tiene presente va a venir a celebrarlo. Por eso me siento tranquilo. Podrán intentarlo, pero jamás podrán manchar algo que está limpio, pues.

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