Presidentes regionales recibiendo sus credenciales por parte del JNE (Foto: Archivo El Comercio)
Presidentes regionales recibiendo sus credenciales por parte del JNE (Foto: Archivo El Comercio)

CECILIA ROSALES FERREYROS(ceciliarosalesflt;/agt;)lt;br /gt;lt;brgt;lt;stronggt;KARLA BARDALESlt;/stronggt;amp;nbsp;(lt;a href="https://twitter.com/kbardales/"gt;kbardales)

Un desmedido apetito electoral se ha despertado en las regiones. Los kits electorales que vende a diestra y siniestra la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) es un signo de ello: 1.460 movimientos regionales han hecho lo posible en estos ocho aos para inscribir a su agrupacin y as lograr el sueo del puesto regional propio. En el 2010 elegimos a 278 autoridades regionales, entre presidentes, vicepresidentes y consejeros.

El otro signo, el de mayor peso en esta suerte de voracidad electoral, es una combinacin explosiva: un canon elevado con deficientes medidas de control.

El economista Roberto Abusada lo grafica as: Todo el poder se concentra en el presidente. Entonces se vuelve un cacique. Por ejemplo, Tumbes es un departamento que tiene menos habitantes que varios distritos de Lima, pero creo que tiene seis movimientos pelendose la presidencia de la regin. Por qu se da eso? Quieren participar en poltica? No, lo que quieren es secuestrar un botn donde estn los recursos que el Gobierno Central ha transferido irresponsablemente sin estar seguros de que tienen las capacidades para administrarlos.

Para el analista Carlos Eduardo Arambur, la ecuacin es simple: el botn del canon es muy apetitoso y poco fiscalizado.

No hay un sistema de vigilancia preventiva. No tiene gracia agarrar a un ladrn cuando ya rob.

SOLUCIONES PLANTEADAS Pero hay soluciones a la vista. Arambur plantea, por ejemplo, profesionalizar a los gerentes y trabajadores regionales para que no sean necesariamente reemplazados con cada eleccin. Es decir, crear un servicio pblico especializado en gestin regional.

Otro punto en el que hay consenso es reforzar la capacidad de gestin de las regiones.

Una cosa es el mal uso de los recursos por corrupcin y otra el mal uso de los recursos por incompetencia, seala Arambur.

Acot que hay buenos ejemplos por rescatar, como Moquegua en Educacin, San Martn en cultivos alternativos y Piura en atencin en primera infancia. Es decir, si bien advierte serios problemas en el sistema, considera que tambin se trata de las personas.

Abusada sugiere que desaparezcan los consejeros regionales y que esos cargos sean asumidos por los alcaldes provinciales y algunos burgomaestres distritales.

El economista record que quien gana la presidencia regional gana la mayora de los consejeros. Lo que se ha hecho es erosionar el poder de los alcaldes, opin.

Ambos especialistas recuerdan que la propuesta descentralizadora apuntaba a la creacin de macrorregiones, pero estas no pudieron concretarse y, ms bien, lo que se ha conseguido es pintar una capa ms de gobierno.

Y si bien consideran que lo ideal hubiera sido concretar las macrorregiones, esto tiene serios problemas. El principal es la resistencia de los pobladores. Sin embargo, Carlos Eduardo Arambur dice que una salida sera que las regiones se asocien para abordar de forma conjunta algunas funciones.

Sigue este enlace para que conozcas sobre el dinero del canon y las intenciones electorales en los departamentos.