Dos de los principales candidatos presidenciales que an no haban empezado a viajar tan activamente han empezado a hacerlo. Distrados antes en quehaceres ajenos a la campaa, Csar Acua y Alan Garca han sustituido las tmidas salidas de sus reductos por arriesgadas visitas a campos desconocidos y hasta hostiles.
Mientras Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski recorran el pas incansablemente en el ltimo lustro, Acua cambiaba la alcalda provincial por la regin, acumulando gestiones que como bien anotara Rodrigo Barrenechea hablan de un partido excelente para ganar elecciones, pero de resultados de gobierno olvidables (El Comercio, 23/12/2015). La ltima semana, Acua se movi de su zona de confort nortea para incursionar en Cusco, una regin tradicionalmente contestataria.
En tanto, desde que dej el poder en julio del 2011, Garca haba cambiado el trajn poltico por el trabajo acadmico, dosificando apariciones mediticas de impacto (la frase reeleccin conyugal es suya) y obligadas citaciones en el Parlamento. La ltima semana, Garca pas por Chiclayo, an con considerable actividad aprista. Luego visit la siempre difcil Cajamarca, donde pas un mal rato en una actividad con ronderos en Chota.
Aunque arriesgadas, las visitas a regiones que podran ser adversas tienen total sentido. A diferencia de realidades con tradiciones polticas slidas y algunos espacios con bastiones irreductibles, en la poltica peruana cualquier cosa puede pasar.
Por ejemplo, no dej de llamarle la atencin la alta votacin de un militar controversial como Edwin Donayre en Ayacucho, una zona afectada por serias violaciones a los derechos humanos durante los aos 80. En el 2011, el general en retiro obtuvo 21.836 votos para el Congreso, aunque no pudo acceder al Parlamento debido al pobre desempeo de su partido (Cambio Radical) en todo el pas.
Adems, todo voto cuenta. Las diferencias que han separado a Lourdes Flores Nano de la segunda vuelta en el 2001 no pasaron de 1,5 porcentual, explicados por la actividad de su oponente (hoy aliado) en las regiones.
Cerca de dos tercios de la poblacin electoral peruana (21,3 millones) estn en regiones. Un tercio est concentrado en siete, que tienen entre 850.000 y 1300.000 votantes: La Libertad (1248.026), Piura (1226.900), Arequipa (997.238), Cajamarca (992.517), Cusco (880.889), Lambayeque (858.177) y Junn (852.097). Cuatro de ellas estn ubicadas en el norte, donde el partido de Garca ha sido histricamente fuerte, y donde Acua ha extendido sus redes clientelares. En el grupo tambin figura Cajamarca, donde el fujimorismo gan la primera vuelta del 2006 (34,05%) y obtuvo un honroso tercer puesto el mismo ao (18,41%, porcentaje que exceda su votacin nacional de ese ao: 7,43%).
Es una decisin crucial la eleccin del destino de viaje. A mediados de marzo de 1990, ante el avance abrumador de Alberto Fujimori en Lima, Mario Vargas Llosa prefiri permanecer en Cusco, contra lo que le aconsejaba su asesor poltico Mark Malloch-Brown, por la recomendacin de Fernando Belaunde. Entre mayo y junio del 2011, Keiko Fujimori decidi no visitar el sur para evitar malos ratos, dando por descontado que Ollanta Humala ganara de lejos en esa regin. Ambas decisiones son criticadas en privado por cercanos colaboradores, que creen que optar por lo contrario hubiera cambiado los resultados.
El verano del 2016 ver cmo los candidatos presidenciales acumularn kilometraje, aunque no necesariamente eso se traduzca en caudal electoral. En este tiempo de viaje, la nica garanta de la incierta y fragmentada poltica peruana es que vestirn los trajes locales de rigor, procurarn acertar algn ritmo tradicional, besarn a todos los nios que se les pongan al frente y cargarn a algunos de ellos.