La década que nos concierne hoy se conoció en el mundo como los felices años 20: un período próspero de la posguerra que impactó a distintas latitudes, incluida la nuestra. La modernidad había llegado al Perú para quedarse, y la inauguración de la sede principal de El Comercio, en 1924 (luego de tres años dedicados a su construcción) era un símbolo de ese gran progreso.
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En el otro lado de la ciudad —al noroeste del centro— otro emblema de la capital empezaba a erigirse: se trata del Country Club Lima Hotel, que en 2027 celebrará cien años de historia. Pocas mesas como la suya han sido testigos de casi un siglo de banquetes, encuentros y festejos. Pocas mesas, en definitiva, podrían ofrecer un festín capaz de transportarnos a aquella época como lo hacen en su restaurante bandera, el Perroquet.
Si se trata de celebrar a El Comercio, quizá no haya mejor homenaje culinario que replicar el menú que se sirvió el día de la inauguración de su sede histórica, en diciembre de 1924. Una hazaña que nos atrevemos a emprender por primera vez en estas páginas, con el fin de celebrar al Diario que ha alimentado el espíritu, la identidad, y la memoria colectiva de infinitas generaciones de peruanos a lo largo de estos 185 años. Era una ocasión única, tanto para nosotros como para la cocina del Perroquet.
El reto era grande (no son platos que están en la carta), pero con Danny Rojas —chef corporativo del Country Club Lima Hotel— al frente, la realidad superó toda expectativa. “En esa época, y durante mucho tiempo después, la comida francesa era la regla en el mundo”, indica Rojas sobre la lista de platos. “Cuando revisamos el menú encontramos que muchas recetas podían estar en los archivos del hotel, pero otras tuvimos que investigarlas”, continúa.
Canapés suizos, lenguado a la Menier, huevos benedictinos escalfados, pato a la naranja, corazones de alcachofa, pechuga de pavo a la Perigord (salsa de verduras) y ensalada ‘Favorita’ se ofrecieron a los invitados, seguidos de postres clásicos de la época, como la tarta Parisienne, con almendras y yemas. Café, cócteles, champán, licores y puros cerraron el histórico encuentro. Una celebración que marcó el comienzo de una era, en uno de los espacios más mágicos de dicho edificio: la redacción de El Comercio. //
La casa de El Comercio
Periodistas de los diarios más importantes del mundo llegaron a Lima en 1924 por el centenario de la batalla de Ayacucho. El Comercio organizó un banquete en su honor el día 16 de diciembre, fecha en la que se inauguró oficialmente su edificio, una construcción que Aurelio Miró Quesada de la Guerra encomendó a los arquitectos Felipe González del Riego y Enrique Rivero Tremouille.
Un lugar mágico
En ese entonces, la sala de redacción donde se sirvió el menú se usaba también como salón de actos y festejos, con un altillo donde se solían colocar los músicos. Durante la inauguración, una orquesta interpretó 10 piezas musicales para los invitados.