En promedio el perro duerme 10 horas diarias, lo que equivale a más de un tercio de su vida. Por eso, es muy importante que su cama sea la indicada.
Antes de comprar una, chequea el material. En el invierno, lo ideal es que sea de polar o franela para que se sienta abrigado. En verano, escoge las de telas planas que disminuyan la sensación de calor. En lo posible que sean de materiales antialérgicos.
MIRA: ¿Por qué las mascotas son la compañía perfecta para los adultos mayores?
No se recomiendan las camas hechas de telas plastificadas que estén en contacto con su piel, pues estos materiales solo deben utilizarse en la base o lados de la cama porque facilitan la limpieza y estará en contacto con el piso frío. Tampoco adquiere las que estén decoradas de aplicaciones o tejidas en alto relieve porque se deshilacharán en poco tiempo.
Otro detalle importante es que elijas la cama según el tamaño de tu perro. Mide el largo de su lomo para que al acostarse este cómodo.
Si tienes un cachorrito, no dejes la cama siempre a su alcance porque podría jugar con ella y destrozarla.
Lugar y limpieza
Sobre la ubicación de la cama, debe estar en un sitio de poco tránsito y amplio. Nunca en la lavandería ni cocina. Tampoco en lugares con corrientes de aire o a la intemperie.
Recuerda lavar quincenalmente su cama para que no huela mal y evitar los ácaros o parásitos. Si tu mascota se contagia de pulgas, además de su cama, tendrás que lavar las alfombras de tu casa para evitar que se sigan reproduciendo.
Twitter: @lymq