Cuidar la piel de nuestras mascotas es vital. Muchas gente no lo sabe, pero la caspa también puede presentarse en nuestros engreídos, especialmente en los perros, lo cual les produce muchas molestias. Empecemos explicando que la sequedad de la piel o descamación se produce por varios factores.
Están los parasitarios, que son frecuentemente ácaros. Luego tenemos las causas estacionales; es decir, cuando el perro está expuesto al calor con deshidratación. Finalmente, la falta de higiene o haber sido tratado con algún producto que le ha irritado o resecado la piel también pueden ser factores desencadenantes.
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Al igual que en los humanos, detectar la caspa es fácil. Notarás que cuando se sacude quedan suspendidas en el aire pequeñas escamas, o que en su pelaje hay puntitos blancos que le producen picazón. Su piel se sentirá seca y en muchos casos con un olor desagradable.
¿Cómo prevenirlo?
El tipo de nutrición que recibe tu engreído influye más de lo que piensas. Si la mascota se alimenta de una dieta sin aceites esenciales o con proteínas de baja calidad, esto puede ocasionar la sequedad de la piel y, por lo tanto, la caspa. Si bañas muy seguido a tu mascota también podría resecarse. Cepilla todos los días a tu perro: así ayudarás a que las grasas de la piel se distribuyan en forma regular en su pelaje y se vea más saludable.
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Ten en cuenta que la caspa produce una picazón persistente y el perro reacciona rascándose desesperadamente para aliviarse. Por eso, casi siempre su presencia va acompañada de lesiones leves o graves. Los tratamientos consideran tratar el problema que originó la sequedad y las heridas que puede haberse hecho con antisépticos.
Si la lesión es grave, y el caso lo amerita, es posible que el médico veterinario opte por administrarle antibióticos y complemente el tratamiento con baños medicados.