El primer encuentro de una madre con su bebé suele ser siempre a través de una ecografía. Es uno de los momentos más esperados. Los padres no solo tienen la oportunidad de ver a su hijo en tiempo real, y con gran detalle; sino también pueden conocer su evolución y salud dentro del útero materno.
Como se sabe, las ecografías usan ondas sonoras para producir imágenes y videos detallados de las estructuras internas y externas del feto. Hoy en día, estas exploraciones son rutinarias para las mujeres embarazadas, pues ayudan a estudiar el crecimiento y bienestar del bebé y el entorno donde se desarrolla.
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“Es una técnica sencilla, inocua e indolora. Nos permite detectar malformaciones, evaluar el desarrollo anatómico del bebé, verificar su posición, calcular su edad gestacional, oír sus latidos y más. Nos da información vital a lo largo del embarazo”, afirma Rafael Ascenzo Aparicio, director y especialista en ecografía fetal de la Clínica Miraflores.
Pero, ¿cuántas ecografías son necesarias durante la gestación? En una situación normal de embarazo, se recomienda hacer hasta cinco ecografías, según indica Ascenzo. En el primer trimestre se deben hacer dos: una a las 5 semanas, para detectar si hay actividad cardiaca y otra a las 12 semanas, para detectar alteraciones estructurales congénitas en el feto, como Síndrome de Down, Síndrome de Patau, entre otros.
La tercera ecografía se recomienda a los cinco meses de embarazo y busca determinar malformaciones en órganos y estructuras del feto. “La cuarta se realiza a los seis meses y permite evaluar el flujo de sangre en el feto. Y la última viene a los ocho meses, para evaluar a detalle el estado de la placenta, la posición fetal y la cantidad de líquido amniótico. Este último es esencial para la preparación del parto”, explica el especialista.
En estos años, las ecografías han sufrido una evolución extraordinaria. Ahora, los nuevos equipos permiten ver al feto con gran definición y rapidez, superando a los ecógrafos 4D y 5D/6D. Por ejemplo, la nueva tecnología 7D tiene una precisión única, que estudia con minuciosidad el corazón y el cerebro fetal, órganos complejos de estudio. Con ello, el médico descarta malformaciones con mucha más anterioridad.
Además, la nueva tecnología permite navegar en una sucesión de capas por toda la anatomía fetal y ayuda a detectar si hay falta de oxígeno o nutrientes, para así evitar el sufrimiento del bebe. “Pero no solo eso, en general las ecografías son un lindo recuerdo para los padres, son un encuentro anticipado con ese ser que se espera con ansias. Por eso, con este nuevo equipo, ahora podemos enviar esa experiencia directamente al teléfono de la mamá o el papá, y todo en Full HD. Las imágenes son impresionantes”, sostiene el especialista de la Clínica Miraflores.
Con la ecografía a color 7D se puede observar la actividad y el buen desarrollo del bebé. La captura de la imagen es mucho más rápida, sobre todo en órganos como el corazón y el cerebro. Incluso, ya podemos ver a detalles los vasos sanguíneos, por más pequeñitos que sean. “Sin duda, es el mejor método de diagnóstico para ver el bienestar fetal”, explica.
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El equipo incluye además el software HD Live Studio, que utiliza tres luces móviles e independientes, generando imágenes increíblemente nítidas. Eso permite una mejor comprensión de la anatomía y de las estructuras internas del feto.
Junto a ello, el nuevo software Doppler Color D Volumétrico (Radiant Flow) permite detectar con anticipación diversas anomalías mientras el médico va navegando por una sucesión de capas a velocidades ultrarrápidas y a diferentes planos de la anatomía fetal. “Por ejemplo, el equipo puede detectar si hay falta de oxígeno y de nutrientes, a fin de evitar el sufrimiento fetal; también puede detectar cardiopatías congénitas.
Otro punto revolucionario de esta tecnología es el arribo de la Inteligencia Artificial, que permite al equipo ser más intuitivo en la obtención de datos. “Por ejemplo, cuando se estudia alguna parte como la cabeza del bebé, el equipo ya está adelantándose y tomando las medidas exactas de la zona, mientras el médico continúa con el diagnóstico. Es un complemento muy necesario. La idea es maximizar las herramientas de este nuevo equipo para mejorar los resultados para la madre y su bebe”, finaliza Ascenzo Aparicio.