Panamá: ¿qué hacer en el destino donde lo mejor del viejo y nuevo mundo se encuentran?

Panamá es históricamente conocida como la ruta que cambió al mundo: un puente milenario que unió América del Norte y Sudamérica, el océano Pacífico con el Atlántico. Aunque su papel continúa siendo clave para el transporte mundial –con el Aeropuerto Internacional de Tocumen como hub de las Américas y el importante Canal de Panamá, por poner unos ejemplos–, en los últimos años se ha propuesto también convertirse en una parada turística digna de visitar.

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En Ciudad de Panamá conviven la modernidad de decenas de rascacielos con pintorescas calles, algunas de las cuales datan del siglo XVII; escenario ideal para los viajeros que buscan relajarse sin dejar de lado los tours interesantes. Además, gracias a su clima tropical, la naturaleza no pierde espacio y acompaña a la jungla de cemento con numerosas áreas verdes. Una de ellas es el Parque Natural Metropolitano, 230 hectáreas de puro verdor que lo convierten en la única selva tropical dentro de los límites de una ciudad, en todo el mundo. El parque está a solo unos minutos del centro y se puede llegar fácilmente en automóvil o taxi.

-SALTO AL PASADO-

También conocido como Barrio Antiguo, el casco viejo de la ciudad de Panamá es quizás uno de los puntos más ‘instagrameables’ del destino. Aquí cohabitan edificios y plazas históricas (que se remontan a 1673) con restaurantes y discotecas vanguardistas, además de ser también una zona ideal para quienes buscan deleitarse con la oferta gastronómica. Fonda lo que hay!, Sisu Coffee Studio y La Rana Dorada son algunos de los puntos más recomendados para degustar platos de fondo, café y cervezas artesanales. Para una noche de fiesta, recomendamos visitar el bar del hostel Selina o la discoteca Buena Vaina.

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-LEGADO HISTÓRICO-

El orgullo máximo de Panamá es su canal. Conocerlo es punto obligatorio para quien visite el país centroamericano. Para conocer su magnitud, basta con saber que de esta obra de ingeniería, con más de un siglo de antigüedad, depende el 6% del comercio mundial, debido a que recorta significativamente la distancia entre los puertos del océano Atlántico y el Pacífico.

En la visita a su centro de operaciones, llamado Miraflores, los turistas pueden observar el paso de los barcos, que gracias al sistema de esclusas (compartimentos con puertas de entrada y salida en el canal de navegación) se elevan a 26 metros de altura. Para quienes buscan más aventura, se ofrecen también paseos en piragua (embarcación pequeña), que permiten explorar la grandeza del Canal desde adentro. Sea cual fuere el plan, queda claro que Panamá es más que un destino de paso. //