En el 2021, Papa Noel no viste de rojo ni lleva una frondosa barba encanecida. Usa, más bien, unas cómodas zapatillas, jean, polo gris y un chaleco con capucha para pasar, aunque no lo logre, inadvertido. No se transporta en trineo, sino en una moderna camioneta Mercedes Benz. Y en vez de traer juguetes, ha llegado a Chincha con una bolsa cargada de sueños.
Sueños como el que quiere hacer realidad Alex Ávalos Castillo (12), un estudiante de sexto grado al que le gustaría ser médico. O como el de la pequeña Rosa Rojas Vega (7), que de grande quisiera ser maestra. Estamos en una de las aulas del colegio Anselmo Abad de La Cruz y Jefferson Farfán se ha tomado un momento para compartir con ellos. La niña lo mira y agranda los ojos, incrédula de tener cerca al futbolista que anotó el gol que nos devolvió a un Mundial después de 36 años. “Sí, soy yo”, bromea el delantero peruano, y le saca una sonrisa.
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Pero Jefferson entiende que esos sueños podrían esfumarse ante la imposibilidad de que accedan a una educación con las exigencias tecnológicas de estos tiempos. Por eso ha viajado 231 kilómetros desde Lima: para instalar, junto con la startup Wow, una red de Internet en los colegios Simón Bolívar y Anselmo Abad de La Cruz. “Esto es lo lindo que te da el fútbol, poder ayudar a más personas”, le cuenta a Somos el ídolo blanquiazul. “Estoy muy feliz de formar parte de esta actividad social y contribuir a que más jóvenes puedan superarse”, añade.
Rodeado por los niños, es inevitable que recuerde su época escolar. “Creo que fui un alumno medio travieso”, confiesa. “Era un poquito complicado pero bueno, me encuentro agradecido con los colegios donde estuve y por todo lo que me pudieron enseñar”. Si alguien lo marcó en esa etapa fue el educador Constantino Carvallo, maestro y guía de Jefferson cuando llegó al colegio Los Reyes Rojos, en Barranco, como parte de un programa que brindó educación a un grupo de 25 chicos del club Alianza Lima que se encontraban en los últimos grados de primaria. “Fue como un padre para nosotros y siempre nos apoyó. Él fue quien nos inculcó la importancia de la educación y de cerrar brechas”, comenta.
Jefferson se siente afortunado de haber estado acompañado de personas que lo supieron encaminar para lograr las metas que se había trazado desde niño, cuando vivía en el sector 2 del grupo 16 de Villa El Salvador, viendo como la arena de la calle sin asfaltar se colaba por debajo de la puerta de su casa. Un pasaje del libro ‘Benditos’ (2018) cuenta que su abuela Pelegrina lo cuidaba y dormía con él en un viejo colchón cuando doña Charo, su mamá, salía de casa a trabajar para que no le falte nada. Aunque a veces faltaba. “Toda mi vida he tratado de proteger a mi familia, a mi madre y estar siempre junto a ellos… sacarlos adelante para que podamos tener todo lo que en ese momento, por distintos motivos, no podíamos tener”.
UNA HISTORIA DE NAVIDAD
Es diciembre del 2004 y Jefferson Farfán ha vuelto a Matute luego de firmar su primer gran contrato en el extranjero. Ha regresado para compartir una chocolatada en la celebración de la navidad del Niño Aliancista. No era el mismo que conocemos ahora: lucía más delgado y tenía muchos menos tatuajes. Lo que es invariable en el tiempo es su genuino interés por ayudar a otros. Para el delantero peruano, las fiestas de fin de año le resultan particularmente especiales, pues tanto su madre como su abuela cumplen años por esas fechas. “Siempre he pasado las fiestas en familia. Con mi mamá, mis primos, mis tías. Todos nos juntamos en casa”, cuenta.
De sus navidades cuando era chico, todos los regalos que quería tenían que ver con fútbol. “Pedía chimpunes, pelotas, canilleras, medias, shorts. Eso era lo que me daba felicidad”, recuerda. Por eso –cuentan los periodistas Renzo Gómez y Kike La Hoz-, cierta vez rompió en llanto cuando prefirieron darle el premio de goleador a otro niño en un torneo donde él metió más goles. Eran 300 soles que habrían contribuido a la economía familiar y a comprarse los implementos que necesitaba. Ese día le dijeron que ganaría más plata cuando sea profesional. Con el tiempo, no solo ganó dinero: clasificó con la selección peruana a un Mundial y salió campeón en Holanda, Alemania y Rusia. Este 2021, en su retorno a Perú, tocó la gloria por cuarta vez con Alianza Lima y no pudo evitar llorar como un niño. Como un niño de 37 años.
Luego de una carrera de dieciocho años fuera del país, Jefferson tiene hoy la posibilidad de pasar más tiempo con sus tres hijos: Maialen, Adriano y Jeremy. “Ellos son lo más importante para mí. Siempre hablo mucho con ellos, les digo que tienen que ser ellos mismos, mostrarse como verdaderamente son. Saben muy bien que en las decisiones que tomen en la vida, yo estaré ahí para apoyarlos”, cuenta. “Soy un papá muy abierto. Me gusta que mis hijos me cuenten las cosas y tratar siempre de aconsejarlos”, complementa.
Para el próximo año, Jefferson Farfán estará concentrado en dos cosas. “Mi objetivo es clasificar a Qatar con la selección y, por qué no, ser bicampeón con Alianza Lima y hacer la mejor Copa Libertadores posible”. Una muestra de que, aunque pasen los años, los más grandes nunca dejan de soñar en grande. //
REGALOS ÍNTIMOS
El fútbol de los íntimos
Investigación del politólogo José Carlos Rojas sobre los orígenes del juego de Alianza Lima a inicios de la década del 20 del siglo pasado. Para adquirir el libro, puede contactarse al número 975520566.
Primero buenos amigos
Libro con ilustraciones de Renzo R. Echeverría y textos de Adhemir M. Fanárraga, donde se aborda el proceso de formación y consolidación del equipo de oro Alianza Lima. Contacto: 992549739.
Barrio Laberinto
Libro de cuentos del periodista Leonardo Ledesma, quien, con una voz cálida, crea un universo donde retrata cómo es la vida en la unidad vecinal de Matute. Disponible en las principales librerías.
Los números de Jeffry
16 años tenía Jefferson Farfán cuando debutó como futbolista profesional.
102 partidos ha jugado el delantero con la selección peruana.
27 goles son los que anotó vistiendo la camiseta de Perú.
12 títulos oficiales en el extranjero son los que ha cosechado a nivel de clubes.
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