Las cifras pueden sonar vacías o crudas o enormes o dentro de rangos que la sociedad y los medios quizá se han encargado de normalizar. Si imagináramos, de pronto, que la niña que vive con nosotros –una hija, una sobrina, una hermana– es ultrajada por uno, dos o más monstruos, podríamos sentir esa tragedia de manera más real. Porque es una tragedia que a alguien –sobre todo si es una menor de edad– se le arrebate el derecho a sentirse segura, a elegir y decidir el tiempo de su propia vida sexual, se le someta al trauma y la humillación. Y es una doble tragedia si esta menor resulta embarazada y se le frustra un proyecto de vida por verse forzada a abandonar los estudios o su vida normal.
Las cifras a veces nos suenan huecas, pero hay que saber que desde enero hasta agosto de este año, se han reportado 17.974 denuncias de agresiones sexuales en nuestro país. Y que de esta cifra, el 71,5% corresponde a menores de 17 años. En más del 80% de los casos, los agresores fueron familiares, pareja o parte del entorno cercano (MIMP, 2022).
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Sucedió hace unos días en Huancayo. Pero antes de eso, en Chiclayo, en Huánuco, en el Cusco… Según el Ministerio de Salud, entre el 2020 y 2021, los casos de maternidad adolescente entre menores de 15 años se incrementaron de 1.158 a 1.438. Algo tiene que empezar a cambiar para que nuestras niñas no corran peligro, y es muy posible que en Loreto esté la solución.
Hace casi cinco años, la ONG Plan International Perú implementó el proyecto “¡Decidamos ya! Reducir el embarazo adolescente en Loreto”, con el objetivo de que las y los adolescentes, especialmente de origen indígena, cuenten con mayores herramientas para el ejercicio de su derecho a la salud y de sus derechos sexuales y reproductivos, y se pueda prevenir el embarazo no deseado. Antes de esta intervención –en la que se ha involucrado a más de 62 mil niños y adolescentes, más de 400 líderes comunitarios, más de 3 mil padres y madres, y casi 3 mil funcionarios de salud y educación–, las cifras de embarazo adolescente llegaban al 34% de las jóvenes loretanas. Hablamos de un entorno en el cual el promedio de hijos por mujer es el más alto a nivel nacional (3,7 frente al 2,5 promedio del país, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar Endes-INEI 2017).
3.603 partos de niñas menores de 14 años Se han reportado en el Perú desde el 2020 a la fecha
(cifra del Minsa, con Certificado de nacidos vivos, agosto de 2022).
1.879 casos de violencia psicológica o física o sexual fueron atendidos en los Centros de Emergencia Mujer (CEM) de loreto, este año.
606 docentes y directivos han sido capacitados como parte de la inserción de la educación sexual integral en los planes de las instituciones educativas de Loreto.
564 adolescentes de secundaria de Iquitos, Punchana, Belén y Nauta han sido capacitados en la toma decisiones sobre su salud sexual y reproductiva.
“Como padres, madres y cuidadores, sabemos que no siempre estaremos al lado de nuestros hijos para protegerlos de las situaciones de violencia. Por tanto, se hace necesario ayudarlos a saber identificar situaciones de riesgo, para que no repliquen los esquemas de abuso y aprendan a tomar decisiones responsables sobre su vida”, explica Yanet Razzetto, coordinadora técnica nacional de Educación de Plan International Perú.
El proyecto (en asociación con Kallpa y el apoyo financiero del Gobierno de Canadá) desarrolla sus actividades en los distritos de Iquitos, Belén, Punchana, San Juan Bautista y Nauta-Loreto, basando sus acciones en tres pilares: trabajo con adolescentes a través de los programas formativos de “Campeones y Campeonas del Cambio” y “Educadores Pares”; trabajo con docentes para el fortalecimiento de la educación sexual integral en aulas y con personal de salud para la mejora de atención en postas médicas; y trabajo con autoridades, líderes comunitarios y organizaciones juveniles para garantizar la sostenibilidad del proyecto.
Elizabeth Menéndez, coordinadora de “¡Decidamos ya!”, explica que para llevar educación sexual integral a los estudiantes de secundaria se contó con el apoyo de docentes y directivos para implementar proyectos de liderazgo escolar. Así, los chicos son promotores de derechos de salud sexual y reproductivos en su comunidad. En el caso de niños y niñas de primaria, se aplicó una metodología lúdica. “Con juegos en aula y digitales, se fortalece el reconocimiento del cuerpo, el cuidado y la protección. Esta capacitación alcanzó a 52 instituciones educativas y 237 docentes”. Los juegos digitales se trabajaron a través de una aplicación desarrollada por el proyecto. Se llama “Súper Derechos”, está siendo instalada en las instituciones educativas, tanto en aulas como en tablets (para usarse desde las casas, con o sin Internet), y fue elaborada con un enfoque intercultural (incluyendo el idioma kukama kukamiria, uno de los más presentes en la Amazonía peruana).
Menéndez comenta que se han logrado importantes avances, como la aprobación de la Estrategia Regional para el Desarrollo Integral de las Adolescencias de Loreto 2020-2030. “Ellas y ellos ahora conocen los efectos que tiene la violencia basada en género y desarrollan acciones de difusión para la prevención del embarazo adolescente en su región, bajo los enfoques de igualdad de género, protección e interculturalidad. Este es el camino”.
Hoy en día, Loreto registra un 18,3% de prevalencia en embarazo de adolescentes de 15 a 19 años. Aún falta mucho por hacer, pero está probado que acciones como estas son una solución. //