“Un partido debe demostrar que trabaja al servicio del pueblo. Solo así podrá recuperar su fuerza e incentivar a la ciudadanía a militar en él o a buscar otras formas de participar activamente en política”, dice la abogada María Eugenia Cerna García (32). Natural de Trujillo, ha trabajado en diversas áreas del Estado desde que egresó de la Universidad Nacional de Trujillo, en el año 2013. Este 2021 busca una curul en el Congreso para, en sus propias palabras, “seguir siendo servidora pública”.
Cuenta con una especialización en Derecho Laboral, por lo que parte de su agenda apunta a garantizar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores y trabajadoras de los diversos sectores productivos.
En caso de salir elegida, ¿cuál es tu compromiso con la región a la que representarías?
Yo llevé una maestría en Derecho Laboral y es por esa formación, y por la tradición de mi familia en la lucha social, que mi apuesta es la protección de los derechos sociales, especialmente el derecho laboral. Todo el Perú ha visto el problema que hubo en Virú, donde uno de los temas que se puso en la mesa fue el descuido en el que viven los trabajadores. Revisar la situación de quienes laboran en el agro y en los distintos regímenes es urgente. El derecho laboral colectivo también está muy debilitado y no podemos permitir que sea así. Presentaré una iniciativa legislativa de promoción de la industria que beneficiaría a mi región, pero también a las actividades productivas de otras regiones.
No eres militante de Somos Perú, ¿por qué decides postular con ellos al Congreso?
Elegí postular al Congreso porque creo que en la medida que la ciudadanía participe más en política, la sociedad va a ser mejor. Me siento cómoda en Somos Perú porque mi padre ha sido parte de este partido y he visto de cerca su compromiso con la honestidad. Es cierto que no he sido militante antes, pero esto no significa que no me interese la política. Yo soy servidora pública desde que salí de la universidad y siempre me ha interesado trabajar para ver mejoras en el Estado. Creo que los partidos deberían acercarse más a los jóvenes para que estos se sientan más animados a participar en política, y entiendo que si muchos no se animan a militar en un partido es por el desprestigio que estos arrastran. En mi caso fue, como te digo, por el tipo de trabajo que he tenido, pero esto no quita que me pueda animar a militar.
Hablando de ese desprestigio ¿Cómo trabajar para mejorar la imagen del Congreso, que es la institución más desprestigiada del Estado?
Creo que más que un problema legal, el desprestigio del Congreso tiene que ver con las personas que han sido elegidas para ser congresistas. Para mí es muy sensible esta parte, porque si bien es cierto que hay personas cuestionadas que han llegado a ocupar cargos, ¿quiénes los eligieron? No podemos dejar de lado nuestra responsabilidad al momento de votar. Tenemos que pensar bien al momento de elegir a nuestros representantes, informarnos adecuadamente. Hay mucha dejadez de la ciudadanía cuando les preguntas por la política, por sus congresistas, por sus autoridades. Pero esa desidia pasa factura al momento de ir a votar. Falta un mayor compromiso de los políticos, sí, pero también de la ciudadanía. Si el ciudadano no se compromete y no toma acción, si no descarta la idea de votar en blanco por ejemplo, no vamos a avanzar.
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¿Qué piensas de la propuesta de cambiar la Constitución?
No me cierro a ella. Estoy a favor del cambio de Constitución. La ciudadanía necesita cambios concretos para acabar con la desigualdad. Me preocupa el capítulo económico de nuestra Constitución porque no reivindica la salvaguarda de los intereses de los ciudadanos y también limita bastante el desarrollo de la empresa pública. Como abogada especialista considero que esta limitación del Estado para tener iniciativa de empresa ha jugado en contra en el tema de la pandemia.