La fiesta gastronómica de los Premios Somos celebró a chefs, restaurantes y propuestas innovadoras en una noche inolvidable el pasado martes en el museo Pedro de Osma. En un segmento especial de la velada, se premió a tres favoritos de los paladares peruanos: el mejor lomo saltado, el mejor pisco sour y la mejor torta de chocolate.
Seleccionados por jurados expertos, en una mesa conformada por Paola Miglio, Jimena Agois, Hirka Roca Rey, Pierina Denegri y Nora Sugobono, a continuación presentamos a los flamantes elegidos y los secretos detrás de su preparación.
PARA CHUPARSE LOS DEDOS
Doomo Saltado se corona como la cuna de los lomos saltados más deliciosos en la capital. Para Edihno Hayashida, mente maestra del restaurante, el éxito recae en la delicada preparación de cada platillo. “Cada vez que hacemos un lomo saltado, buscamos rendir tributo a todas las personas que participan en el proceso. Desde aquellos que trabajan en sus tierras para obtener nuestros ingredientes hasta el cliente que apuesta por nosotros”, defiende.
Hay muchas formas de probar el lomo saltado en este lugar: la versión más tradicional y variables con toque nikkei, amazónico y hasta con distintos cortes de carne. La calidad de los acompañamientos es fundamental. “El arroz siempre está listo para absorber el juguito del lomo”, precisa Hayashida.
Con dos locales en Lima, uno en la avenida Caminos del Inca en Surco y otro en la avenida Ignacio Merino en Lince, Doomo Saltado aguarda con los fogones listos para ofrecer diversos conceptos a partir del lomo saltado y sus bondades: con rissoto acriollado y salsa huancaína, o en clave amazónica con carne, cecina y rodajas de plátano frito. Las opciones son infinitas, el cliente es quien manda.
UN CLÁSICO DE CULTO
4-1-1: 4 onzas de pisco, una de limón y otra de jarabe de goma. La receta para consolidarse como el pisco sour más emblemático del país por generaciones.
El Bar Inglés del Country Club Lima Hotel lo sabe muy bien. “El éxito de esta barra no solo recae en el uso de pisco quebranta artesanal, limones frescos y una receta espectacular. Es importante también la trayectoria de nuestros barmans, su dedicación a nuestro pisco y la mística que se vive cuando preparan el cóctel en la barra”, dice Luiggy Arteaga, jefe de bares en el emblemático lugar, que data del año 1927, y está ubicado en San Isidro, esperando a que más clientes se unan a su histórica familia.
SIEMPRE HAY LUGAR PARA EL POSTRE
Una torta de chocolate es el postre por excelencia. En Olivia y Coque, liderado por los peruanos Daniela Paz y Coque Andrade, se cocina la mejor del país, como un homenaje al cacao peruano. “Queríamos convertir el chocolate peruano en una torta, no a la inversa. Así que nos tocó desaprender para llegar al sabor de un excelente blend de chocolate peruano, con una textura plácida e inigualable”, indica la dupla. Así, crearon una mezcla de cacaos de origen en la región de San Martín, en plena selva amazónica del Perú, impulsando también el comercio justo y garantizando un postre con certificaciones naturales y artesanales en sus insumos.
El éxito, se consolida con una receta libre de aceites hidrogenados, mezclas lácteas ni leche condensada. Su delicioso sabor, coronado por un topping de almendras y ganache, es apto para el disfrute de todos. //