La Navidad llegó lo que anuncia el fin del año, algunos ya regresaron a las oficinas a trabajar y otros aún se han quedado en casa haciendo teletrabajo, pero lo que quizás no ha cambiado es el dolor lumbar que nos persigue ya sea por mala postura o sobre esfuerzo.
Para decir adiós a este dolor, el traumatólogo y especialista en dolor crónico del Hospital Hipólito Unanue, Ostwald Avendaño, en una entrevista para el grupo El Comercio, nos explica cuáles son las causas de este dolor y qué podemos hacer para aliviarlo.
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Causas del dolor lumbar
El traumatólogo indica que el dolor lumbar es de múltiples causas, que se pueden dividir entre tres grandes grupos: el dolor propio de la vértebra lumbar y la columna como estructura; el dolor del sistema nervioso que involucra la médula y los nervios; y por último el dolor irradiado.
“Más del 90% de este tipo de dolor es de tema estructural de la columna, de la vértebra y el disco; un 7 a 9% es de la médula y el nervio, y en menos proporción es el dolor irradiado. Los mayores casos son adultos que hacen actividad física leve o moderada con una historia de dolor crónico y cuando se han automedicado, que es un problema social. A veces se cree que calmar el dolor es resolver el problema, pero no es así”, aclara Ostwald Avendaño.
Síntomas
- El dolor lumbar es un dolor inespecífico de la espalda baja, lo que conocemos como la cintura, con un espectro que puede ser de ambos lados de la espalda o solo un lado.
- A las personas les duele la espalda cuando se sientan, se levantan o se agachan, cuando caminan y ahora (por el teletrabajo) cuando se incorpora tras permanecer muchas horas sentadas.
“El problema está cuando el dolor se irradia e involucra al glúteo, muslo, parte posterior de la pierna, la pantorrilla e inclusive puede llegar a la punta del dedo del pie en ambas piernas, es decir este dolor se convierte en una lumbociatalgia, lo que la gente llama ciática. Es un problema severo porque involucra la estructura de la vértebra y el nervio. Este dolor se hace resistente al tratamiento porque el paciente toma analgésicos para aliviar el dolor, pero lo que realmente necesita es un tratamiento dirigido a la verdadera causa”, añade.
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¿Cuándo debo ir al médico?
Existe un complejo de síndromes musculares que son respuesta a la actividad física, que hacen que el dolor lumbar, la contractura muscular se presente en un lapso de cinco o siete días y uno puede manejarlo de forma casera, sin complicaciones y volver a la vida normal, expresa Ostwald Avendaño, quien nos advierte cuando debemos ir a una consulta:
- Cuando hay persistencia del dolor: Un dolor que está más de tres o seis semanas de forma oscilante, tanto en intensidad como en presentación.
- Cuando el dolor se intensifica: Si antes, en una escala del 1 al 10, me dolía cinco y luego de algunos días me duele diez es una progresión que no es sana.
- Cuando el dolor tiene características neuropáticas: Es decir que el paciente tenga dolor, pero también sienta hormigueo, calambres, frío o calor, punzadas en las piernas. Ese es un signo de alarma.
- Cuando la calidad de vida se ve afectada por el dolor: Por ejemplo, si el paciente no duerme bien, no puede hacer actividades físicas, no puede trabajar, pasar tiempo con su familia o tener vida de pareja porque le duele la espalda.
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¿Cómo evitar el dolor lumbar?
Para evitar el dolor lumbar se debe utilizar una silla ergonómica, no trabajar en la cama, no trabajar con la espalda doblada. “Siempre considerar intervalos de reposo y estiramiento cada 45 minutos: debo levantarme, caminar, estirar la espalda y las piernas”, recomienda el traumatólogo.
“Se debe descansar en una cama con una superficie dura, no debo usar muchas almohadas para dormir porque provoca una mala postura en el cuello y la espalda. Si duermo boca arriba debo descansar con almohadas debajo de las rodillas y con las rodillas flexionadas, eso relaja mucho la musculatura lumbar”, añade.
Ostwald Avendaño alerta que hasta el calzado que se utiliza puede influir en el dolor lumbar, todo extremo es dañino. “El calzado muy plano es perjudicial para la planta del pie y la pantorrilla, y los tacos demasiado altos también”, indica.