La escena se difundió en casi todos los noticieros: frente al edificio de gobierno de Tijuana , Baja California, decenas de personas protestaron porque les apagaron la televisión, en referencia al cambio de señal analógica por transmisiones digitales que inició en esa ciudad fronteriza.
Algunos inconformes decían que no estaban enterados del cambio, y otros se quejaron porque no tenían dinero para comprar un nuevo aparato de televisión o un decodificador de señales.
Muchos se extrañaron por la protesta. La sustitución de señales, conocida como apagón analógico, se anunció desde hace varios años. La ciudad fronteriza con Estados Unidos sería el primer sitio donde iniciaría este proceso.
La empresa que fue contratada para distribuir aparatos decodificadores entre quienes no podían sustituir su viejo televisor, aseguró que la cobertura era del 93% de los hogares de Tijuana, un porcentaje mayor al que había en otros países cuando iniciaron la digitalización de las señales, según la gubernamental Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
Y sin embargo, la historia se destacó ampliamente en los medios electrónicos del país, incluso días después que las protestas terminaron.
Especialistas como Irene Levy, presidenta de la organización Observatel, ven en este proceso la mano de las grandes cadenas de televisión, que podrían resultar afectadas con el apagón analógico.
Es un intento de las televisoras de encarecerle al gobierno federal cualquier posibilidad de cambiar su negocio, su estatus quo y de avanzar a una situación en la que ellos pierdan, dice a BBC Mundo.
Pero Televisa, la principal empresa televisora de México, niega que se oponga al cambio de señales. No hemos sido nosotros los que hemos descarrilado este proceso, llevamos tres años listos, aseguró Javier Tejado, vicepresidente de la compañía, a la periodista Carmen Aristegui.
NEGOCIO Con el apagón analógico todas las señales de televisión se transmitirán por vía digital terrestre, como ya sucede en Estados Unidos y Europa, por ejemplo.
En el caso de México este proceso estaba programado originalmente para el año 2021, pero el expresidente Felipe Calderón lo adelantó para concretarse en 2015.
La transmisión digital abre la puerta a que más empresas televisoras participen en el mercado, que actualmente es dominado por Televisa y Televisión Azteca.
Cuando se concrete el cambio de señales las televisoras no podrán utilizar las bandas analógicas tradicionales, pues en México el espectro radiológico pertenece al Estado.
El apagón analógico también implica que se desocupe el espacio de de 700 megahertz, utilizado por las televisoras, y que se destinará a las compañías que ofrecen internet en banda ancha.
Esto facilitará el proceso de convergencia tecnológica, es decir, la transmisión simultánea de voz, datos y televisión incluso por teléfonos móviles. Un negocio en el que no podrán participar los grandes concesionarios de medios electrónicos, según lo establece la reforma de telecomunicaciones que está en proceso de promulgación.
En la medida que se amplíe el acceso a internet de banda ancha, podría caer el interés a la televisión tradicional, señala la presidenta de Observatel, y con ello afectar el ingreso por publicidad de las actuales empresas.
DINERO Por eso la inconformidad de las grandes televisoras, insiste Irene Levy. La transmisión digital permite el acceso a más canales, lo cual puede afectar a las empresas ofrecen el servicio vía cable, que en su mayoría están vinculadas con Televisa.
En eso coincide el presidente de la Cofetel, Mony De Swaan. Eso nunca gusta, la ecuación es muy sencilla: la televisión digital terrestre aumenta disposición de canales abiertos en beneficio del consumidor. Más competencia, mejores precios, dijo en su cuenta de Twitter.
Pero Televisa insiste en que no le interesa obstaculizar el apagón analógico, ni tampoco que pretenda quedarse con las señales de transmisión analógica como acusó la diputada de izquierda Purificación Carpinteyro.
Eso no es verdad, dice Javier Tejado. Ese espectro no le sirve a ninguna televisora una vez iniciadas las transmisiones digitales, insiste
Más allá de la polémica, lo cierto es que el apagón analógico en Tijuana se pospuso casi dos meses para no afectar la elección de gobernador en Baja California, que se realizará el 7 de julio, según estableció la Cofetel.
El cambio de señales iniciará el 18 de julio. Algunos creen que este aplazamiento puede afectar el apagón programado para el 26 de noviembre en otras seis ciudades.
Es una posibilidad, reconoce el presidente De Swaan. El presupuesto para publicidad y compra de decodificadores en esas poblaciones apenas fue aprobado. Y sin dinero es difícil cumplir.