Una serie de efectos poco deseados puede generar la adicción a internet, las redes sociales y los dispositivos electrónicos. Como en todo, el exceso es malo. Repasemos algunas patologías:

DEPRESIÓN POR CULPA DE FACEBOOK. Afecta a las personas que pasan demasiado tiempo en la red social. Un estudio de la Universidad de Michigan, publicada en la revista científica Public Library of Science (PLOS) atribuye este síntoma a que la gran mayoría de gente publicar solo buenas noticias sobre ellos mismos en Facebook, creando la falsa creencia de que todo el mundo está llevando vidas mucho más felices y exitosos que las tuyas.

ADICCIÓN A INTERNET. Es el uso excesivo de Internet que interfiere con la vida diaria generando dependencia de estar conectado todo el tiempo. El Dr. Kimberly Young, director de Centro para la Adicción a Internet, dijo a TechHive que trata numerosas formas de adicción a Internet como la dependencia a los juegos en línea y la adicción cibersexo. Estas formas de adicción se suelen atribuir a “baja autoestima”, entre otros factores.

DEPENDENCIA DE JUEGOS EN LÍNEA. Es una necesidad poco saludable de estar conectado a internet para competir con otros jugadores a través de internet. El trastorno es tan extendido en Corea del Sur (8% de la población entre 9-39 años es adicta), que el gobierno promulgó una ley que prohíbe el acceso a los juegos en línea entre medianoche y las 6 am los menores de 16 años. Mientras que en EE.UU. ha aumentado, el número de grupos de ayuda para ayudar a recuperarse a las personas con este problema.

LA LLAMADA FANTASMA. Los padecen hasta el 80% de los usuarios de dispositivos móviles quienes creen haber recibido una llamada, cuando en realidad su teléfono nunca sonó ni vibró. Esto se debe a que nuestro cerebro ha empezado a asociar al teléfono móvil cualquier impulso que recibe, especialmente si estamos estresados. Según BBC Mundo, los psicólogos utilizan un concepto llamado Teoría de Detección de Señales para abordar este asunto relacionado con “los juicios perceptivos”.

NOMOFOBIA. Especialistas españoles detectaron el 2011 una nueva fobia que la padece el 53% de usuarios de teléfonos celulares. Se trata de la nomofobia. La palabra viene del inglés ‘no mobile’; es decir, sin móvil o celular. La nomofobia es considerada una patología tecnológica y consiste en el miedo irracional a salir a la calle sin celular, olvidarlo, perderlo, que se descargue la batería o estar en una zona sin cobertura.

CIBERMAREO. Es la desorientación y mareo que algunas personas sienten al interactuar con ciertos entornos digitales o realidades virtuales. Son parecidos al malestar que sienten algunas personas cuando viajan en un medio de transporte, solo que en este caso están inmóviles.

CIBERCONDRIA. Se les atribuye este diagnóstico a personas convencidas de que padecen alguna o varias enfermedades tras haber leído al respecto en Internet. Por ejemplo, una persona que sufre de dolor de cabeza puede buscar la causa de este mal en internet y encontrar que una razón podría ser un tumor cerebral y automáticamente cree que podría morir muy pronto.

EFECTO GOOGLE. Un estudio de investigadores estadounidenses de las universidades Columbia, Harvard y Wisconsin indicó que el acceso ilimitado a la información ha hecho que nuestro cerebro tenga menos capacidad para retenerla. En algún lugar de nuestra mente se piensa yo no tengo que memorizar esto porque puedo encontrarlo en Google más tarde”.