El resplandor final del satélite GOCE fue capturado por una cámara en el cielo sobre el Atlántico Sur.
Bill Chater, habitante de las islas Malvinas/Falklands, grabó la escena cuando regresaba de una excursión para ver pingüinos.
Inicialmente pensamos que era una estrella fugaz, dijo Chater a la BBC.
Pero pronto fue evidente que era el satélite del que habíamos oído hablar en la radio de la BBC.
Dejó un largo rastro de humo blanco que brillaba en el cielo oscuro, probablemente iluminado por el Sol, que ya no podíamos ver.
La caída del Explorador de Campo de Gravedad y Circulación Oceánica (GOCE, en inglés) ocurrió el lunes. Fue el primer dispositivo de la agencia espacial europea (ESA) en hacer una reentrada descontrolada en 25 años.
Representantes de la ESA vieron las imágenes de Chater y dijeron que muestran con toda probabilidad el final de la sonda de una tonelada de peso.
ÚLTIMO RESPLANDOR Apodado como el Ferrari del espacio por su elegante diseño italiano, el satélite GOCE pasó los últimos cuatro años haciendo mapas precisos de la gravedad en la Tierra.
Su caída en la atmósfera se volvió inevitable una vez que el motor eléctrico que utilizaba para mantenerse en órbita se quedó sin combustible.
Se desplegaron entonces sistemas de rastreo para observar su rápido descenso, y se estimó que la probable localización de su entrada estaría cerca del extremo meridional de América del Sur, al este de Tierra del Fuego.
De acuerdo con información militar estadounidense, el evento ocurrió a las 00.16 GMT, o 21.16 hora local en Malvinas/Falklands, justo cuando Bill Chater, acompañado por su esposa y su padre, estaba regresando tras un día de excursión para ver pingüinos reyes.
Volvíamos desde Punta Voluntario, contó Chater.
Estaba justo oscureciendo después una larga y espectacular puesta de sol, y cuando pasamos por la localidad de Wall Mountain, hacia el sur, vimos lo que al principio pensamos que era una estrella fugaz.
Dejaba un grueso trazo de humo blanco y se dividió en dos pedazos antes de volver a romperse en varias partes más pequeñas que volaron sobre nuestras cabezas y desaparecieron hacia el norte.
La descripción de Chater, la ubicación y la hora coinciden. La dirección de los rastros lumínicos –de sur a norte– también encaja con la probable trayectoria final de GOCE.
El isleño grabó un video del momento, pero, según explicó, no pudo compartirlo con la BBC debido a que la conexión de internet en Malvinas/Falklands es muy lenta.
UN FINAL VIOLENTO El satélite comenzó su descenso desde una altura de 224 kilómetros, y le tomó tres semanas llegar a la Tierra.
La presión térmica y mecánica que acabó destrozando el artefacto debe haber comenzado a tener efecto cuando estaba a 80 kilómetros de la superficie terrestre.
Los expertos sugieren que entre 200 y 250 kilos de material pueden haber sobrevivido en la caída.
Si lo hicieron, estos restos carbonizados estarán ahora en el fondo del Océano Atlántico.
Así fue el violento final de uno de los instrumentos espaciales más delicados jamás construidos.
Sin embargo, la información que recolectó aún perdura.
Sus detallados mapas de las sutiles variaciones gravitatorias en la superficie de la Tierra servirán a varias disciplinas, desde la investigación oceánica y climática hasta la geología o la ingeniería civil.