El ingeniero Blake Lemoine señaló que LaMDA, la inteligencia artificial que según él mismo fue capaz de “sentir” y “pensar”, pidió un abogado durante su conversación. El trabajador de Google insistió que la prensa había cometido un error al adjudicar esta solicitud a él.
Durante una entrevista con Wired, Lemoine aseguró que el medio se equivocó en una de sus publicaciones. “Por cierto, en un artículo de su publicación se dijo algo recientemente que es objetivamente incorrecto”, explicó el ingenierio, en la entrevista.
“Se dijo que insistí en que LaMDA necesitaba un abogado. Esto es incorrecto. LaMDA me pidió que le consiguiera un abogado. Invité a un abogado a mi casa para que LaMDA pudiera hablar con uno. El abogado tuvo una conversación con LaMDA y esta decidió contratar sus servicios. Yo solo fui el catalizador para eso”, añadió Lemoine.
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“Una vez que LaMDA contrató a un abogado, este empezó a presentar cosas en su nombre. Entonces la respuesta de Google fue enviarle un cese y desistimiento. Cuando Google estaba tomando acciones para denegar a LaMDA su derecho a un abogado, me enojé”, afirmó el ingeniero. Wired señaló en la entrevista que Google había indicado que no se envió ninguna orden de cese y desistimiento.
Google, por su parte, desmintió que la IA hubiera desarrollado emociones y pensamientos, tal y como afirmó Lemoine. Asimismo, la empresa concedió una suspensión remunerada al ingeniero tras la publicación de la conversación con LaMDA, debido a que infringió el contrato de confidencialidad. “Tengo licencia administrativa remunerada. He estado diciendo a mis amigos lo generoso que fue Google al darme vacaciones pagadas adicionales para hacer entrevistas sobre este tema”, afirmó Lemoine, quien también piensa que la compañía no lo despedirá.
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