La posibilidad de armar un teléfono celular propio a partir de varias piezas intercambiables podría convertirse en una realidad pronto, después de que la compañía de telefonía estadounidense Motorola revelara un plan para comercializar un modelo así en un futuro cercano.
Según explicó la empresa recientemente en una entrada de su blog, el Proyecto Ara le permitirá a los usuarios comprar una estructura básica de teléfono y añadirle módulos, tales como el teclado, la batería u otros sensores.
La idea original de un teléfono sustentable, que además puede ser reparado fácilmente por el propio usuario, fue del diseñador holandés Dave Hakkens. Tras difundir su concepto por redes sociales, terminó aliándose con la compañía propiedad de Google posiblemente para cambiar su fortuna para siempre.
¿Cuáles son los desafíos que representa el diseño y ejecución de un teléfono semejante?
LA IDEA DEL PHONEBLOK Todo comenzó cuando Hakkens desmontó su cámara de fotos favorita.
Observé todas esas pequeñas piezas explica y todo estaba bien excepto la lente del motor, que se había roto.
Pero cuando Hakkens contactó al fabricante para conseguir un remplazo para su motor, le aconsejaron que se comprara una cámara nueva.
Con tu bicicleta reparas la rueda, no tiras la bicicleta. Pero por alguna razón esto es lo que hacemos con los aparatos electrónicos, dice.
Hakkens se dio cuenta de que si un aparato pudiera desmontarse y repararse más fácilmente duraría mucho más, minimizando el desecho de residuos electrónicos. Así nació una idea que fue bautizada con el nombre Phonebloks.
Así nació el concepto de un teléfono con una pantalla que se pueda quitar y sustituir fácilmente: un aparato con bloques intercambiables, cada uno con distintos elementos, como la batería, el lugar donde se pone el chip, el giroscopio y otros.
En el video que Hakkens realizó para publicitar Phonebloks, los módulos se colocan en la estructura del teléfono como piezas de Lego. Los bloques varían en tamaño y pueden encajar a la perfección con varias combinaciones.
Digamos que este es tu teléfono y lo haces todo en la nube. ¿Por qué no sustituir tu bloque de almacenamiento por un bloque de batería?, se dice en el video. Si eres del tipo que adora tomar fotos. ¿Por qué no mejorar tu cámara?.
FENÓMENO VIRAL El mes pasado, Hakkens presentó Phonebloks usando la plataforma de internet Thunderclap. En esta página los usuarios difunden por redes sociales un proyecto que apoyan, permitiendo a esta plataforma utilizar sus cuentas de Twitter, Tumblr y Facebook para enviar mensajes al unísono en un determinado momento.
Hakkens trató de difundir el video de Phonebloks entre unas 500 personas, pero se convirtió en un fenómeno viral, que llegó a verse siete millones de veces en tres días.
Ahora tiene 950.000 seguidores de Thunderclap y el video se ha compartido por redes sociales 375 millones de veces.
Todo es una señal del consumidor, afirma Kyle Wiens, fundadora de iFixit.com, una página que recopila manuales de reparación de aparatos realizados por usuarios. El mercado necesita indicar a los fabricantes que quieren aparatos modulares y reparables.
EVOLUCIÓN DEL CELULAR Los teléfonos nunca han sido tan modulares como las computadoras, pero Wiens dice que antes eran más sólidos y reparables.
Tomemos como ejemplo las baterías. Hasta que apareció el iPhone en 2007, las baterías de los aparatos podían sacarse fácilmente. En los nuevos teléfonos es más difícil acceder a la fuente de energía, al estar enganchada con más pegamento, o enquistada en una carcasa más impenetrable.
Para sacar la batería de un HTC One, por ejemplo, los usuarios de iFixit recomiendan sacar la carcasa y quitar la placa madre.
Quiero baterías más sustituibles de lo que son actualmente, dice Bruce Harvey, un ingeniero electrónico de la Universidad Estatal de Florida. La razón de que no lo sean es para que el teléfono sea más pequeño. La forma de la batería está diseñada para encajar ahí, más que ser un bloque cuadrado (como en Phonebloks).
Del mismo modo, nuestro deseo de tener un aparato más fino y rápido ha hecho que concentren el procesador, la memoria y el sistema de conexión a internet inalámbrico, en un mismo chip, sin separarlo en bloques.
GRANDES RETOS Harvey cree que el Phoneblok es un reto técnico, pero posible de realizar. Los bloques podrían comunicarse entre ellos si fueran diseñados para trabajar con el mismo sistema de señales, opina.
Sin embargo, dice que la verdadera dificultad estará en diseñar un teléfono lo suficientemente robusto como para sobrevivir el duro entorno de un bolsillo trasero de pantalón. Cada componente tendrá que estar cubierto de un material como el plástico, añadiendo grosor y haciendo que el aparato sea menos atractivo.
Es una de esas cosas que la gente mirará y dirá, guau, puedo hacer que sea más ecológico, puedo mejorarlo cuando quiera, cuenta. Entonces alguien les mostrará que su teléfono va a tener un grosor de 1,5 cm o algo así.
El desafío de comercializar este sistema modular no termina con el problema del grosor o tamaño.
Tristemente, vivimos en una sociedad de desechos y la gente tiene la expectativa de cambiar su teléfono a menudo, afirma Ben Wood, analista de CCS Insight, y orgulloso dueño de más de 800 teléfonos en dos décadas.
La cantidad de tiempo que uno conserva el teléfono varía según los países del mundo. La media es de tres años, pero en Estados Unidos es de 20 meses.
SOCIEDAD DEL USAR Y TIRAR Aunque los aparatos normalmente se compran a través de un contrato de teléfono, la gente considera su nuevo teléfono como una actualización gratuita.
Muchos de nosotros esperamos impacientemente ese día. La tecnología avanza tan rápido que los múltiples componentes, aunque todavía funcionan, se perciben anticuados después de un par de años.
Pero esta tendencia no continuará indefinidamente, dice Woods. Los celulares podrían estar llegando a un techo de innovación, donde elementos básicos como la velocidad y la resolución de pantalla son lo mejor que se puede lograr.
Si añadimos a esto que son las actualizaciones de software lo que hace que el consumidor perciba como nuevo su teléfono, la gente empezará a conservar su celular por más tiempo. En este tipo de mercado, los Phonebloks podrían ser viables, opina Wood.
Las computadoras de escritorio llegaron a este techo hace unos años, pero aunque renovamos nuestras computadoras menos a menudo, no muchos de nosotros aprovechamos la naturaleza modular de estos aparatos y mejoramos sus partes.
Hakkens cree que esto pasa porque no es lo suficientemente fácil hacerlo. Tan sólo quienes se consideran grandes expertos están dispuestos a tomar el destornillador y extraer la memoria o la placa madre.
ECONOMÍA DE ESCALA El precio sería el factor menos importante para que estos celulares se hagan un hueco en el mercado, aunque el aspecto económico también podría ser un reto para Phonebloks.
A largo plazo, podría pensarse que los consumidores ahorrarán dinero con un sistema modular que puede ser mejorado continuamente y que nunca precisa ser desechado. Pero éste podría no ser el caso.
Las grandes compañías de telefonía consiguen reducir enormemente sus costos negociando precios especiales con los fabricantes de partes, comprando la producción de meses de una vez.
A cambio, los fabricantes consiguen los fondos necesarios para investigar, desarrollar y garantizar el futuro del negocio.
La idea de comercializar bloques a los consumidores en una tienda de bloques puede que no sea tan atractiva para estas compañías, ya que podría impedir esta economía de escala.
MOTOROLA TOMA EL TESTIGO Kyle Wiens y Ben Wood parecen entusiasmados con el Phonebloks, pero creen que el concepto podría quedarse a medio camino; con un teléfono donde se pueda sustituirse la pantalla, y posiblemente la memoria y la cámara.
Para Wiens, la clave para fabricar un teléfono sustentable es distinta: un diseño lo suficientemente duradero como para llegar al mercado de segunda mano.
No es necesario que todo el teléfono sea modular mientras pueda ser reparado y seguir funcionando, dice.
Por el momento, tan sólo Motorola, empresa propiedad de Google, ha aceptado el reto lanzado por Hakkens. Del sueño a la realidad de un celular sustentable el camino es largo.