Quince minutos en ferry separan el muelle de San Francisco de la isla de Alcatraz. Del lugar que tuvo en sus celdas a ‘joyas’ como Al Capone y Alvin Karpis, queda hoy el frío, el silencio, y el recuerdo intacto de lo que fue la prisión. Los pasadizos, las celdas, el mobiliario, el piso, todos los ambientes y objetos parecen detenidos en el tiempo. La prisión funcionó 29 años, entre 1934 y 1963. Casi seis décadas después, adentro, persiste esa sensación de lugar peligroso y mítico.
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Pero Alcatraz no es solo su famosa prisión, también luce su histórico faro -el primero de todo el Pacífico-, así como sus frondosos jardines, bajo la protección del Servicio Nacional de Parques. Las vistas que la isla regala de la ciudad de San Francisco y sus puentes son todas postales.
Llegada a Alcatraz
Un centenar de turistas de diversos países espera en fila la orden para abordar la nave que los llevará a conocer Alcatraz. Es el segundo turno, el de las 10 de la mañana. El ticket general cuesta 41 dólares y cubre los viajes de ida y vuelta (hay tarifas diferenciadas para niños y mayores de 62 años), además del guiado en la prisión. Las entradas se venden en la web de Alcatraz Cruises.
La embarcación es de dos niveles, el primero es alfombrado y con acabados de madera que oscurecen una especie de salón amoblado con sillas y pequeñas mesas, mientras que el segundo nivel está descubierto y presenta grandes bloques de fierro blanco que sirven como asientos para los tripulantes. La llegada a la isla no tarda nada, entre que se toman algunas fotos del paisaje y selfies familiares el barco ya se está alistando para el desembarco.
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Ya en la isla, la gente se agrupa, establece su itinerario y empieza el recorrido. Al inicio del camino, una caseta con guías de información en diversos idiomas (1 dólar) atrae a los visitantes que buscan su versión. Desde ahí, hay que subir unos doscientos metros por un camino en zigzag para llegar a la prisión.
Alcatraz por dentro
Para hacer el recorrido por los pabellones de la prisión primero hay que recoger un dispositivo, una especie de celular antiguo que entrega el personal de Alcatraz configurado con el idioma que solicita el visitante. Lo único que hay que hacer es acercarse al cartelito rojo que dice “Tour starts here”, poner play y acercar el aparato a la oreja.
La visita recorre los principales escenarios de la prisión, dirigidos por una audioguía con testimonios de internos y oficiales, donde cuentan la historia del recinto, sus rincones, los intentos de fuga y más anécdotas.
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Varias celdas lucen muebles y enceres como los que en su momento utilizaron los internos. Cuadros, literas, instrumentos musicales, libros, lo poco que cabe en esos reducidos habitáculos. El audio lleva a los visitantes por los pabellones, la biblioteca, las oscuras celdas de castigo, el patio de juegos y el comedor, donde se entrega de vuelta la audioguía.
Los testimonios dan cuenta de las duras condiciones y fuertes castigos que recibían los reos en Alcatraz. El paseo incluye las celdas desde donde se ejecutó la cinematográfica fuga de Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, en 1962. Ahí se puede ver el agujero y las cabezas hechas artesanalmente para despistar a la seguridad. Fue la única experiencia de fuga exitosa. Ninguno de los prófugos fue vuelto a ver nunca más.
Al siguiente año, el 21 de marzo de 1963, debido al alto costo de mantenimiento de la prisión en la isla, Alcatraz cerró y los presos fueron transferidos a otras prisiones.
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¿Qué más hay para ver en Alcatraz?
En los exteriores del centro de reclusión, hay mucho más por ver y andar. Encuentra el histórico faro que opera desde 1854. Desde ahí tendrás una vista privilegiada de San Francisco, además de los dos puentes, el icónico Golden Gate y el puente de la Bahía San Francisco - Oakland.
Date una vuelta por los jardines de Alcatraz, ahí verás flores diversas y distintos tipos de aves que merodean la isla.
No te olvides de pasar por la tienda de recuerdos donde hallarás desde postales, tazas de presidiario, pelotas de beisbol, polos, posters, libros, películas y decenas de objetos más para llevarte a casa.
Recomendaciones:
- Compra con algunas semanas de anticipación tus tickets porque los cupos se agotan.
- Lleva ropa cómoda, unas buenas zapatillas, lentes de sol y gorra. También un abrigo para el frío. Si tienes cámara, no dudes en llevarla.
- Lleva agua y si deseas frutas o snacks para aguantar la visita. En Alcatraz no se vende alimentos, lo que sí encontrarás son bebederos.
- Llega con tiempo al muelle, según la hora de tu salida. Recuerda que puedes retornar de la isla en cualquiera de las embarcaciones, por lo que puedes recorrer la isla a tu ritmo.