Al llegar por la carretera se aprecia una bella ciudad rodeada de árboles, valles y frutales. La Merced invita a todos los viajeros que buscan aventura, a explorar sus más recónditos lugares y su historia. No hace falta un largo viaje para conocer la selva peruana, pues a ocho horas de Lima, un gran paraíso abre su paso para demostrarnos que la aventura está más cerca de lo que pensamos.
Se fundó en setiembre de 1869 y está a 750 m.s.n.m., en Junín. Es el ingreso a los senderos de la selva y un destino que promete diversión y descanso a la vez. Este edén amazónico también es cuna del mejor café del Perú, lo invitamos a conocerlo.
ATRACTIVOS DE LA ZONA Por lo ancho del río Chanchamayo, se extiende el puente colgante Kimiri, a 3 km de la Plaza de Armas de La Merced. El camino de 75 m hecho con cal y canto es el punto de acceso a valles y cascadas que prometen adrenalina y contacto con la naturaleza.
Mediante una caminata de 40 minutos desde el puente se llega a la caída de agua La Reina, una de las principales atracciones del lugar. Para llegar tendrá que atravesar ríos, escalar rocas y sujetarse de cuerdas. No es un camino sencillo, tenga en cuenta que en lo difícil está lo apasionante.
Si no desea caminar, puede practicar ciclismo y recorrer el largo tramo que conduce a la cascada La Borgoña y culminar la visita con un refrescante baño.
CULTURA VIVA En casas típicas, hechas con troncos y humiro, vive la comunidad nativa asháninka –en el corazón del valle Perené– a 20 minutos de la ciudad. Una comunidad que mantiene sus costumbres, se viste con túnicas especiales llamadas ‘cushmas’ y vive de la agricultura, la pesca y el turismo.
Los nativos lo esperan para ofrecerle la bebida fermentada masato o el delicioso enchipado de pescado, ambos preparados con técnicas culinarias tradicionales. Con sus cantos y danzas le darán una experiencia casi celestial.