La depresión es como un fantasma al acecho, o mejor dicho, como un dementor (si es que has visto Harry Potter). Puedes poner una sonrisa en el rostro y dar lo mejor de ti ante los demás; pero por dentro sientes cómo poco a poco el brillo y la emoción por la vida se van apagando en ti. En el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, te enseñamos a identificar si alguien tiene depresión y qué se debe hacer para tratarla con la ayuda de la psicóloga y psicoterapeuta Andrea Bonilla.
¿Qué es la depresión?
De acuerdo a la psicóloga Andrea Bonilla, la depresión no solo es tristeza. Es una enfermedad, un trastorno emocional manifestado a través de síntomas recurrentes y prolongados por un tiempo significativo. Y aunque pueda parecer fácil confundir alguna sensación de tristeza con depresión, es importante saber cuál es la diferencia. La primera es una emoción normal, totalmente funcional y comprensible que todos sentimos al enfrentarnos a diversos problemas en la vida cotidiana. La segunda, traspasa los límites del bajo estado de ánimo, ya que puede llegar a causar sufrimiento y apagar poco a poco la llama de vida de quien la padece.
Qué señales pueden indicar que tienes depresión
- Tener estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad y sensación de vacío) la mayor parte del día y casi todos los días.
- Pérdida de motivación e interés para realizar tus actividades normales diarias: pérdida de la funcionalidad personal.
- Sensación de fatiga, pérdida de energía, dificultad para concentrarte, alteración del sueño (insomnio o hipersomnia), sentimiento de culpa excesiva, sensación de desesperanza, pensamientos negativos o incluso pensamientos de muerte.
- Dificultad para relacionarse en el entorno social, laboral, educativo, familiar u otro ámbito importante.
- Síntomas físicos como dolor, cansancio o cansancio crónico (astenia).
Recuerda que aunque no manifiestes algunos de los síntomas en público y que puedas sonreír y mostrarte alegre ante los demás; no significa que tú u otra persona no puedan sufrir de depresión.
“Puedes salir y sonreír, pero en casa puedes sentirte triste, sola y culpable. Es importante no dejarnos llevar por un momento en específico que desacredite el verdadero estado emocional”, señala la especialista.
Para el diagnóstico, la depresión se puede medir de acuerdo a la intensidad y tipología de los episodios depresivos. Sin embargo, es importante no caer en la autoclasificación por niveles porque minimiza y normaliza la gravedad del trastorno, de acuerdo a la psicóloga. “El diagnóstico nos ayuda a configurar un tratamiento, pero no a decir ‘esta persona está más deprimida o menos deprimida’”, afirma.
Qué hacer si tienes depresión
Si sospechas de que tú, una amiga, un familiar, alguien cercano o simplemente una persona con la que compartes tu día a día puede estar sufriendo de depresión; es vital que tomes acciones para tratarla a tiempo.
De acuerdo a la psicóloga, lo primero es mostrar apertura a hablar sobre el tema. Evitar las frases poco sensibles y de reproche, ya que sólo generarán una brecha entre ambos y agravarán el estado emocional de quien la padece. No entrar desde una posición de reclamo, sino de apoyo y disposición a escuchar.
“Si yo me siento muy sobrecargada y no sé cómo ayudar a esa persona con depresión, también puedo pedir ayuda para saber cómo acompañar a esa persona”, revela la psicóloga.
Además de buscar una red de apoyo con las personas más cercanas o de confianza, es necesario acudir a un especialista de la salud mental. El Ministerio de Salud ofrece la línea de atención gratuita (113), donde profesionales brindan asesoría y acompañamiento telefónico; y además cuenta con Centros de Salud Mental Comunitarios distribuidos en diversas zonas y distritos en cualquier región del país.
También, existen diversas fundaciones gratuitas y centros de ayuda privados que se especializan en prevención del suicido, casos de bullying, violencia familiar, entre otros problemas similares.
Puedes escoger la forma en que te sientas más cómoda para tratarla, pero recuerda que siempre debes llevar tu tratamiento de la mano de especialistas en salud mental (como psicólogos y/o psiquiatras) para darte una oportunidad de empezar de nuevo.