Sabemos que adoras a tus hijos y te encanta tomarles fotos para compartir su ternura en Facebook o Twitter. Pero puede que esa muestra de amor los termine poniendo en riesgo.
Si bien publicar fotografías, videos en información en nuestros perfiles nos ayuda a ponernos en contacto con familiares y amigos que tenemos lejos, siempre hay que tener prudencia y evaluar qué es lo que vamos a compartir especialmente si nuestros hijos están en medio.
Un buen consejo a tener en cuenta es que, aunque sea la imagen más tierna la de tu pequeño corriendo en pañales por la sala, es mejor no publicar ninguna foto de tu hijo desnudo. Uno nunca sabe quién puede tener acceso a estas imágenes.
Tampoco es bueno realizar actualizaciones constantes con fotos de tus niños. Aunque los ames mucho y quieras presumir lo lindos que son, te coloca en una situación de vulnerabilidad ante cualquier situación y los expones.
Esta regla no solo sirve para estos casos sino para todas tus fotos en general: presta mucha atención a lo que comentas en tus publicaciones. No des información sobre horarios, lugares específicos como colegios o universidades y evita postear imágenes de la fachada de tu casa o la calle donde vives.
Y si aun así no puedes luchar contra el deseo de subir tus fotos a Facebook, procura borrarlas unos días después. Así te evitarás problemas y protegerás tu privacidad.