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¿Estamos en Perú preparados para tener robots como empleados? - 4
Marcela Mendoza Riofrío

Los ya son parte de la ecuación laboral en el mundo. Según analistas e investigadores de diferentes universidades, la automatización de procesos acompañada de la inteligencia artificial que ofrecen los robots implicarán un reemplazo de aproximadamente el 50% de la fuerza laboral actual en el corto plazo, no solo en Europa, sino también en Latinoamérica y en Perú, en donde la cifra calculan que puede subir incluso al 70%.

"No estamos hablando del futuro, no es algo que va a venir, es un problema de hoy, ahora: ya están con nosotros", advirtió Alejandra D´Agostino, socia de Deloitte, esta semana ante una audiencia perpleja, que acababa de escuchar las bondades en términos de productividad que ofrecen los rotobs. "A los países en vía de desarrollo nos será más difícil dar el salto, somos más vulnerables", recalcó.

Beatriz H Dager, también socia de Deloitte, precisó que en la actualidad no se están usando tantos robots en las empresas peruanas, no porque no hayan alternativas disponibles, sino simplemente porque les falta tomar la decisión y asumir las consecuencias de ello. De hecho, estima que en tres años nuestro país estará metido en el uso de sistemas automáticos (robots) y en cinco años ya será algo habitual en las corporaciones.

La cuarta revolución ya se inició, aclaró, y la gran mayoría de las grandes empresas locales ya están metidas en el diseño de las estrategias de digitalización, lo cual incluye la introducción de la robótica en los procesos productivos. Y no solo se trata de tener más arturitos (iniciativa del BCP) sino de llevarlos al agro, la minería, el retail, la medicina, etc. "Lo quieren, lo necesitan y tienen opciones disponibles. La desaceleración de la economía pausó un poco su implementación, pero la determinación de usarlos existe y se dará muy pronto, porque sus competidores en el extranjeros ya los usan", comentó.

La producción en fábricas reducen costos con ayuda de la robótica en el mundo entero y las empresas locales ya están considerando incluirlas en sus procesos.(Foto: Difusión)

Nuevos roles

Un estudio realizado por Deloitte, analizó como cambiaron las demandas de puestos de trabajo en los últimos doce años y comprobó una tendencia que se repetirá. El informe  muestra que las actividades ligadas a la tecnología y la analítica de negocios crecieron entre 150% y 350% en dicho periodo, mientras que trabajos operativos en fábricas o el campo cayeron alrededor del 50%.

Para los próximos cinco años los cambios se estima que también serán en dichas dimensiones y se mantedrá la tendencia. De hecho solo en el sector judicial se podrían reemplazar con robots el 39% de los empleos y la cifra se podría elevar al 95% cuando se trata de los contadores. Un estudio de McKinsey asegura que en 25 años el 50% de los empleos de hoy estarán automatizados y habrá sectores en donde la cifra superará el 70%, tales como restaurantes y hoteles.

Esta semana otra consultoras (citadas por Fast Company) declararon cuales serían los diez empleos que más podrían verse afectados por la automatización en la próxima década. Arrancaron por los vendedores de seguros, los empleados bancarios y los analistas financieros. Luego estaban los obreros (un robot puede colocar hasta 1.200 ladrillos al día, mientras que un humano hace 300), los agricultores, los operadores logísticos y los taxis (Easy Taxi planea tener el 30% de su flota sin chofer antes del 2030). La lista concluía incluyendo a los periodistas - ya existe un software que elabora un texto tomando datos - y los actores, que serán reemplazados por creaciones digitales que lucen como seres vivos.

Alejandra D´Agostino citó algunas cifras más que revelan el problema no se circunscribe solo a las tareas mecánicas. Según pronostican los expertos, el 25% del trabajo de un director ejecutivo hoy ya lo puede hacer un robot e incluso para la toma de decisiones los algoritmos pueden resolver la mayor parte del trabajo. 

Los avances de la inteligencia artificial se estima que harán que muchas personas pierdan sus empleos en las próximas décadas. El reemplazo ya se inició. (Foto: Getty)

¿Estamos preparados?

Latinoamérica, y el Perú, advirtió, sufrirán más con estos cambios. ¿Por qué? Las razones son varias. Para empezar en la región existe un déficit de entre 35% y 40% de profesionales preparados para los puestos que se generarán en la siguiente década. En Perú, recalcó, la cifra se eleva un poco, pues la academia no está preparando el tipo de profesionales tecnológicos que se necesitarán.

Por si esto no fuera ya suficiente preocupación, existen otros retos ligados a las poblaciones en pobreza. El desnivel educativo hace que sea más complejo para ellos dar el salto y estar listos para las nuevas competencias que existan, pues se reducirá la demanda de actividades mecánicas en las empresas. Además el grupo poblacional que no estudia ni trabaja (jóvenes de entre 15 y 29 años) viene creciendo casi un punto porcentual al año y ya representa el 15% de la población en latinoamérica y el 18% en el Perú (se habla incluso de 1,5 millones de personas en riesgo). "Ellos no saben que hacer, a qué dedicarse y por tanto son más vulnerables", acotó.

El mundo actual, añadió, requiere gente creativa, que resuelva problemas, que tenga capacidad de comunicar sus ideas en forma acertiva, que innove, y para tener eso hace falta que tanto el Estado como la academia se concentren en formarlos, lo cual no ocurre en las proporciones que debiera. No es que no existirán empleos, sino que estos serán reemplazados en términos de demanda por perfiles con otro tipo de funciones y requerimientos para los cuales habrá que estar preparados.

Hoy es el momento perfecto para empezar a debatir cuales serán las leyes que regirán en el entorno laboral que incluya robots como trabajadores. (Foto: Captura de YouTube)

Retos legales

Beatriz H Dager nos indica que el estar como país en un estado incipiente de desarrollo de la robótica nos otorga la oportunidad de reaccionar y prevenir en lugar de lamentar. Pero es un debate que debe darse ahora entre el sector privado, público y académico. La tarea está por crear ecosistemas a favor de la innovación, lo cual implica tener el financiamiento respectivo para ello, pero va más allá: preparar el marco de gestión y legal para ello. 

Bill Gates habló sobre la relevancia de emitir normas que hagan a los robots pagar impuestos si ocuparán un puesto en las organizaciones. Pero no solo se trata de eso. Alejandra D´Agostino nos indica que hay otros aspectos a medir, como por ejemplo si se establecerán cuotas de robots permitidas por industrias para evitar un alto impacto socioeconómico. Así como hay cuotas para trabajadores extranjeros, también existe el debate sobre si se impondrán cuotas de ´"contratación" de robots en las empresas.

Otro tema normativo pendiente, dijo, es ver cómo se dará la reubicación de los humanos cuando lleguen los rotobs y sobre las obligaciones (y de quién serán) de prepararlos para los nuevos desafíos. ¿Dónde o quién será el medidos del impacto de la tecnología en la cultura laboral? ¿Cómo establecer el límite entre el derecho de un trabajador humano y un robot con inteligencia artificial? Estas y otras preguntas más, recalcó, no son materia de películas, son debates que si no se dan hoy entre los legisladores serán un lamento luego. A tiempo estamos de prevenir y sobrellevar lo mejor posible el cambio, recalcó.

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