Se deteriora el Índice de Confianza del Consumidor de Apoyo
Se deteriora el Índice de Confianza del Consumidor de Apoyo
María Rosa Villalobos

La de Lima sigue estancada. En el penúltimo mes del año, el Índice de Confianza del Consumidor en Lima Metropolitana de (Indicca) se ubicó en 47 puntos, inferior en un punto frente a octubre, y similar al promedio del año.

Un nivel por debajo de los 50 puntos indica que el consumidor es pesimista sobre el futuro de la actividad y su . Así, con este resultado, el índice suma nueve meses en el tramo pesimista, lo que representa el período más largo desde la crisis internacional del 2008.

De acuerdo con estos resultados, las familias aún no sienten que se están beneficiando de la recuperación económica observada en algunos sectores como el agro y textil exportador, y la exploratoria.

De hecho, en los últimos cinco meses prácticamente no se han observado cambios en la percepción de las familias sobre su situación económica actual. Además, aún no se han recuperado las expectativas de los hogares sobre las condiciones económicas dentro de 12 meses.

“Las inversiones mineras exploratorias, por ejemplo, no benefician mucho a las familias de Lima Metropolitana. Lo mismo con el sector agropecuario, que beneficia la situación de las familias en otras regiones como Ica”, explica Luis Cerro, analista de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría.

familias indicca
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LAS CAUSAS

De acuerdo con el especialista, el principal factor que afecta la confianza de las familias es la debilidad del que viene influyendo en el índice desde el año pasado.

Cerro sostiene que desde junio del 2016 la creación de en la capital se ha estancado, y el salario real promedio ha venido cayendo durante todo el año.

Así, ambos factores explican por qué un tercio de los hogares considera que las condiciones para encontrar empleo han empeorado en el último año, cifra que, además, se ha mantenido estable en los últimos meses.

POR SEGMENTO

Por nivel socioeconómico (), las familias de la base de la pirámide son las que ven la situación más difícil. De hecho, el 35% de ellas, de los sectores C, D y E, considera que las condiciones han empeorado. En tanto que, en las familias del NSE AB, la cifra es de 32%, ligeramente menor.

“Las familias de Lima vienen percibiendo que está difícil conseguir empleo en el último año móvil”, explica.

Sin embargo, no todas son noticias negativas. Una mejora que sí es percibida por los hogares limeños desde setiembre es la caída de la , sobre todo la de los alimentos, que pasó de 5,6% en marzo a 1,6% en octubre.

Por ello, en noviembre el 23% de los hogares declaró que no ha percibido un aumento considerable de los precios respecto de hace un año, el porcentaje más alto en ocho meses.

“Lo que vemos es que los salarios nominales crecen a tasas muy bajas, y casi todo ese crecimiento es absorbido por la inflación. Entonces, el hecho de que estén disminuyendo los precios de los alimentos alivia a las a familias en este escenario de bajas alzas de salarios nominales, indica Cerro.

EL FUTURO

Para que la confianza del consumidor mejore, es necesario que el empleo formal vuelva a crecer, impulsado por una recuperación más clara y generalizada de la economía en la capital.

Así, las esperanzas están puestas en la reactivación del , en las grandes obras de infraestructura como los Juegos Panamericanos, la línea 2 del metro y el aeropuerto Jorge Chávez.

“Nuestra perspectiva es que esto [la recuperación de la confianza] se dará gradualmente y recién a partir de la segunda mitad del 2018”, finalizó Cerro. 

IMPACTOS

La clasificación al ayudará a mejorar las expectativas sobre el futuro de la economía, pero de forma muy limitada en las familias de Lima Metropolitana, asegura Luis Cerro, analista de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría.

Agrega que las mediciones del Índice de Confianza del Consumidor (Indicca) de octubre y noviembre se realizaron después del partido Perú-Colombia y antes de los dos repechajes contra Nueva Zelanda.

“Puede ser que el Mundial, en algo muy mínimo, afecte la percepción de las familias sobre su situación económica en los próximos meses, y se contagien de ese optimismo para consumir más. Se trata de un impacto muy limitado. El consumo va a estar sujeto a la estabilidad de los precios y la facilidad para conseguir empleo”, manifestó Cerro.

Con respecto a , estación que parece estar aterrizando más lentamente que otros años debido al efecto selección, el especialista asegura que es posible que la confianza del consumidor en diciembre tenga un resultado más positivo que noviembre. Esto, debido a la mayor disponibilidad de ingresos de las familias cuyos miembros cuenten con un empleo formal en esta época del año.

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