El pesimismo continúa en los consumidores limeños, según el informe de Apoyo Consultoría.
El pesimismo continúa en los consumidores limeños, según el informe de Apoyo Consultoría.
Maricielo Garvan

La expectativa de los habitantes limeños respecto al futuro
de la economía del país y de sus finanzas personales se mantuvo –en junio, y por tercer mes consecutivo– en terreno pesimista, de acuerdo con el índice de confianza del consumidor, realizado por .

La puntuación obtenida en la capital se ubicó muy cerca
del límite que separa el pesimismo del optimismo (48, con una
frontera de 50); sin embargo, el aumento en el número de hogares que perciben que su situación económica se deteriora, sobre todo por una mayor dificultad para encontrar empleo formal, la retuvieron en zona negativa.



“Con un crecimiento casi nulo en la economía, solo se mantiene la demanda por los servicios básicos –supermercados, delivery, taxis– , donde trabajan los sectores de nivel socioeconómico (NSE) CDE. Pero estos ya están cubiertos y no hay más vacantes, a consecuencia de baja demanda interna”, señala Ramiro Gil Serrate, profesor investigador de la Universidad de Piura (UDEP).

En efecto, el 48% de familias limeñas –el nivel más alto en
casi 10 años– considera que es más difícil encontrar un empleo
formal en comparación con el año anterior. La lenta recuperación de este sector en Lima, que afecta en mayor medida a los consumidores con menores ingresos, sería uno de los principales motivos que origina esta falta de confianza en el consumidor.

El débil crecimiento de los salarios en el sector formal en
los últimos meses y el estancamiento de la inversión diversificada, que no permite absorber oferta laboral actual, serían otros.

Los NSE CDE serían los más afectados por la poca capacidad del mercado laboral para generar empleo formal.
Los NSE CDE serían los más afectados por la poca capacidad del mercado laboral para generar empleo formal.

Todo ello obliga a esta población a subemplearse o ingresar a empleos informales, lo que debilita sus ingresos familiares.Y en este contexto, este grupo de consumidores ha percibido un mayor deterioro en el ámbito laboral frente a aquellos de mayores ingresos (NSE AB).

—FUTURO Y OPORTUNIDADES—
Otro factor que estaría menguando la confi anza del consumidor serían las expectativas negativas sobre el desempeño futuro de la economía. 

Al mes de abril (dos meses antes de la encuesta en cuestión), se registró una caída importante en el PBI primario, vinculada a una menor actividad en los sectores extractivos como pesca (-63%) y minería e hidrocarburos (-2,87%).

Esta caída ha originado un recorte drástico de 4% a 3% en
las proyecciones de crecimiento de la economía de este año,
según consultoras y áreas de estudios económicos de los bancos más grandes del país.

Cabe resaltar que Lima concentra actividades económicas que implican inversiones medianas y pequeñas, dirigidas al sector servicios o industrial, que es donde recaen la mayoría de los puestos de trabajo. Estas también se han visto afectadas en producción y empleo. “Las inversiones en sectores como el retail, manufactura, industria o immobiliario son las que se concentran en la capital.

Cerca de 800.000 mil venezolanos residen en el Perú actualmente.
Cerca de 800.000 mil venezolanos residen en el Perú actualmente.

Estas crecen a tasas promedio de 1,5%, pero ahora están estancadas, y por eso el empleo no está creciendo. Sin embargo en provincias
se crece a tasas de 4% en promedio porque la dinámica es
otra”, señala José Carlos Saavedra, socio del área de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría. 

En el interior del país, ladinámica del mercado laboral funciona diferente porque es ahí donde se dirigen las grandes inversiones.

—POLÍTICA Y MIGRACIÓN—
Para Saavedra, los trabajadores venezolanos son una oportunidad que el país debe aprovechar, ya que el mercado laboral necesita
empleados capacitados. No obstante, debido a la rigidez
del mercado, los migrantes terminan compitiendo en
el mercado informal. 

Históricamente, el indicador de confianza ha estado correlacionado con la aprobación presidencial, sin embargo, en el presente informe esto no ha ocurrido. “La coyuntura política es muy importante, los inversionistas extranjeros están pendientes de la estabilidad política. Con un marco macroeconómico estable como el que tenemos y una
moneda que resiste bien, es imprescindible madurar las inversiones para crecer”, sostiene Gil. 

A dos años de terminar el gobierno, la consolidación de las inversiones y la creación de empleo formal son dos factores que condicionan el futuro local.

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