Crisis política: ¿Perú todavía puede crecer 4% en 2018?
Crisis política: ¿Perú todavía puede crecer 4% en 2018?
Luis Fernando Alegría

En medio de las tensiones por el debate del pedido de al presidente Pedro Pablo Kuczynski (), varios gremios y empresarios han salido a recordar a los políticos que sus crisis tienen un impacto sobre el nivel de productividad y la expansión de la del país.

Por ello El Comercio contactó a cuatro expertos para analizar y revisar las proyecciones de crecimiento del país para el próximo año. A todos les plantemos las mismas preguntas:

  1. ¿El país podría crecer más de 4% como proyectan el MEF y el BCR? 
  2. ¿La incertidumbre política afectará la ejecución de la inversión pública?
  3. ¿En qué medida impactará el ruido político en la repatriación de capitales?
  4. ¿Podría la crisis política llevar las expectativas a terreno negativo?
  5. ¿Qué acciones de política económica deberían tomar el MEF y el BCR ante la actual coyuntura?
  6. ¿Cuán fuerte puede ser el golpe a los activos peruanos derivados de la crisis política?

Los expertos discrepan sobre si el PBI puede crecer todavía 4% en el 2018. Sin embargo, coinciden en que la confianza empresarial corre el riesgo de caer mientras no haya orden y predictibilidad. A continuación presentamos sus respuestas.

Carlos Oliva - Director de la Maestría en Gestión Pública de la Universidad del Pacífico. (Foto: UP)
Carlos Oliva - Director de la Maestría en Gestión Pública de la Universidad del Pacífico. (Foto: UP)

CARLOS OLIVA - Director de la Maestría en Gestión Pública de la Universidad del Pacífico

1. Lo que está pasando le da un sesgo a la baja a las proyecciones. Podríamos estar arriba de 3%. Vamos a ver en qué se encadena el proceso. Digamos que vacan al presidente, entra Martín Vizcarra con un nuevo Gabinete y en un mes tenemos todo andando normalmente, pero si hay nuevas elecciones podrían ser ocho meses. Parte de la proyección de 4% depende de la inversión pública.

2. El problema es la falta de ejecución. El ruido político afecta esa capacidad de gestión. La incertidumbre sí puede afectar la inversión pública, sobre todo si cambian las cabezas de los ministerios, de los que depende gran parte de la obra pública. Si los nuevos creen que son mesías, va a haber retrasos en la inversión pública. Pero por ahora no sabemos si va a haber cambio de ministros.

3. No vería mayor impacto sobre la repatriación de capitales, más allá de que algún agente decida no hacerlo. El ruido político sí podría, eventualmente, afectar la repatriación de capitales, pero en todo caso es una oportunidad para regularizar las cosas. No vería mayor impacto, más allá de que alguna persona o empresa decida no hacerlo.

4. Sí existe la posibilidad de que la confianza caiga en terreno pesimista. Va a depender de qué pase en los próximos días. Un escenario es que llegue el jueves y en el Congreso no se llegue a los votos para la vacancia, y no pasa nada; pero sí hay un riesgo de que caiga la confianza y puede ir sin problemas al terreno negativo. Esa posibilidad ha aumentado.

5. La política fiscal y la monetaria no tienen grados de libertad para actuar. La política fiscal ya está jugada con el déficit de 3,5% del PBI el próximo año. Lo mejor que podemos esperar es que se gaste lo que tenemos que gastar. Por el lado monetario podríamos tener alguna reducción adicional de tasa de referencia, pero su impacto es tardío y no es muy significativo.

6. No veo un cambio estructural en los precios de los activos.
No esperaría que se castigue mucho de una manera prolongada a los activos peruanos. La mirada internacional es mucho más cauta y no esperaría cambios muy dramáticos, más allá de la volatilidad en el corto plazo.

Diego Marrero - AFP Hábitat (Foto: AFP Hábitat)
Diego Marrero - AFP Hábitat (Foto: AFP Hábitat)

DIEGO MARRERO - Gerente de Inversiones de AFP Habitat

1. El empuje de la producción minera no da para crecer más de 4%.
Uno de los supuestos para que el PBI pueda crecer 4% el próximo año era un componente de inversión pública, que podría no darse. Eso resta bastante optimismo para el próximo año. Lo que va a sostener el próximo año el crecimiento es la producción minera. Aun así no da para crecer más de 4%.

2.Si no se modera la situación, se va a paralizar la inversión pública.
En realidad va a depender mucho de cómo se desenvuelvan los eventos, pero hasta ahora parece que la situación es complicada. Si no se modera la situación política, puede tener un impacto en la dinámica de la inversión pública. Primero, el gasto de capital del Gobierno se va a paralizar; si no se da, va a haber un menor crecimiento.

3. No creo que se deje de repatriar capitales por la situación.
No creo que se deje de repatriar capitales por la situación política, porque los escenarios no son tan extremos. Un escenario negativo es que se convoquen elecciones y eso genera incertidumbre y volatilidad. Pero en un escenario normal no debería frenar la repatriación.

4. La incertidumbre sí puede generar alguna parálisis de la inversión.
Por el lado de la inversión privada también podría haber cierta parálisis porque se genera incertidumbre, y eso hace que los planes de las empresas puedan retrasarse.

5. Impulso podría venir del lado monetario, no del fiscal.
El MEF está un poco limitado porque no va a poder gastar o implementar gasto. La política económica va a venir más por el lado de la política monetaria que sí tiene herramientas y puede soportar mayores bajadas de tasas. Por ahí podría venir el estímulo, pero no por el lado fiscal, porque va a ser muy difícil implementarlo.

6. Los activos podrían retroceder más si la situación se agrava.
Ya hubo un golpe la semana pasada, pero ayer la bolsa rebotó y recuperó la mitad de la caída. También es cierto que el contexto internacional fue favorable y eso arrastró al Perú. En la medida en que la situación se agrave, los activos podrían retroceder un poco más. Si se da la vacancia sería negativo, y quien suba va a ser determinante. Mientras no se decida nada, va a haber incertidumbre.

¿El Perú invierte lo suficiente en educación?, la mirada de Diego Macera
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DIEGO MACERA - Gerente general del IPE

1. No hay motivos fundamentales para pensar que no se puede crecer 4%. No veo ningún motivo estructural para pensar que no. Va a depender mucho de lo que suceda el jueves, del respeto a la institucionalidad que muestre el país y la clase política, pero de buenas a primeras no veo necesidad de recortar la proyección como otros han hecho. Los agentes quieren un desarrollo con calma. Incluso, se puede especular con escenarios en los que se camina mejor que lo proyectado hasta la semana pasada.

2. Cambios en los ministerios impactarían a la baja o también al alza.
Si hay cambios ministeriales claves, es razonable que haya alguna lentitud adicional en el primer trimestre. Recordemos que buena parte del presupuesto de la reconstrucción, además, recae en los ministerios. También va a depender de quiénes sean los nuevos ministros. Es posible que un ministro nuevo tenga la habilidad de destrabar o avanzar proyectos que venían con mucho retraso.

3. La repatriación de capitales depende de la confianza que la crisis golpeó. Aquí puede haber un golpe. La repatriación necesita, sobre todo, confianza. La verdad es que la crisis política ha venido en el peor momento posible para la repatriación.

4. Mientras haya orden y predictibilidad, no caería la confianza.
Lo dudo. Depende de qué pase el jueves y después, pero –más allá de un golpe en la confianza pasajero– la solidez económica se mantiene. Si hay transición, siempre que esta se haga con respeto, orden y predictibilidad, no debería haber mayor problema. Un escenario un tanto más caótico en el que se convoquen elecciones generales sí alteraría el panorama.

5. El reto es que no haya retrasos y mantener el valor de la moneda.
El MEF debe estar pendiente de que las obras no se retrasen por el bache político y mantener los puentes con las autoridades subnacionales. El BCR tiene la responsabilidad de mantener la confianza en la moneda.

6. Perspectivas pueden mejorar si la transición es ordenada.
Creo que el golpe es limitado y, posiblemente, pasajero. La economía tiene la misma capacidad de producción y solidez que la semana pasada, y si la transición de gobierno –en caso haya– es ordenada, las perspectivas se podrían ver incluso mejor.

Perea dice que los indicadores de inversión mantienen una tendencia positiva. El dólar subiría 2,5% en el 2018. (Foto: El Comercio)
Perea dice que los indicadores de inversión mantienen una tendencia positiva. El dólar subiría 2,5% en el 2018. (Foto: El Comercio)

HUGO PEREA - Economista jefe para BBVA Research, Perú

1. Si todo se arregla y disipa rápido, no debería haber mayor impacto.
Si todo se arregla dentro de los cauces legales, constitucionales y rápidamente se disipa, no deberíamos ver mayor impacto. Si es un poquito más prolongado, es posible que los impactos sean algo mayores. En enero vamos a salir con nuevas proyecciones, que están en 3,9%, y vamos a revisar. El escenario local podría complicar la evolución de la inversión privada.

2. Expectativas de cambios ralentizarían la inversión pública.
Es probable porque los funcionarios también pueden estar a la expectativa de si hay cambios en las directrices, pero hay poca visibilidad para hacer proyecciones hacia adelante. No descartaría que la inversión pública pueda ser más lenta. Si el ruido político es persistente, puede afectar los canales de la inversión privada y las decisiones de gasto de las entidades públicas.

3. Los incentivos para repatriar capitales ya están dados.
Que las personas declaren rentas en el exterior y tributen es una decisión que ya está dada, que responde a otros incentivos. Al firmar convenios de intercambio de información con otros países el incentivo es claro: el riesgo de ser identificado se ha elevado.

4. Sí podría haber alguna reversión, pero la confianza está en buen nivel. En confianza empresarial estamos en un buen nivel. Podría haber un estancamiento y eventualmente alguna reversión, pero vamos a tener más claridad durante la semana. El ruido desde luego afecta las decisiones de las empresas y que se mantengan en compás de espera hasta que se aclare el panorama.

5. Una solución rápida a esta situación no cambiaría el foco de la política económica. Si la situación se resuelve y diluye rápidamente, seguramente las políticas fiscal y monetaria de corto plazo tendrán ese sesgo expansivo para tratar de que la economía recupere mejor ritmo.

6. Las dificultades políticas se están internalizando en los precios.
Este contexto nuevo se está internalizando, se está poniendo en valor. Creo que una vez que se internalice no debería haber mayor impacto en la solidez de la parte macro.

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