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Sobre
la captura

inicio

PARTE 1

Abimael Guzmán:
así se gestó la captura del siglo

PARTE 2

Golpe en
‘El Castillo’

La captura de Abimael
Guzmán en las páginas
de El Comercio

La noche del 12 de setiembre, en Surquillo, agentes encubiertos del GEIN capturaron en una operación sorpresa al terrorista Abimael Guzmán y a otros miembros de la cúpula de Sendero Luminoso. Esto ocurrió a las 8:14 p.m. y El Comercio consignó los detalles de la captura en su edición del día siguiente. "Abimael cayó con cúpula de Sendero" se leía en aquella portada histórica. El 14 de setiembre se reportó la reacción de varias autoridades a nivel nacional, así como un mensaje a la nación del entonces presidente Alberto Fujimori. También se informó que la operación tomó por sorpresa al jefe de Estado, mientras visitaba Iquitos como parte de una actividad para dar ayuda humanitaria. El mandatario regresó a Lima a las 5:30 p.m. del día después de la captura del cabecilla terrorista.

Fotogaleria

Abimael Guzmán:
el antes y el después
de su captura

POR DIEGO CHIRINOS / PAULO ROSAS

Así cambió el país y Sendero Luminoso tras la captura del terrorista más sanguinario de la historia peruana, a manos del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN).

‘El inicio del fin del terror’ o ‘la captura del siglo’ son algunas de las frases utilizadas durante 25 años para referirse a lo sucedido esa noche del 12 de septiembre en la urbanización Los Sauces de Surquillo.

Era 1992. Sendero Luminoso, encabezado por su sanguinario cabecilla Abimael Guzmán y la cúpula terrorista, llevaba doce años desangrando al país. Doce años en los cuales el denominado ‘Cachetón’ burló dos veces el asedio del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN).

La tercera vez la historia sería diferente. Poco antes de las nueve de la noche de ese 12 de septiembre, sin dispararle a persona alguna, diversos miembros del GEIN ingresaron a la casa de la calle 1 —hoy Varsovia— en la cual se ocultaba la cúpula senderista. Capturaron a todos. Entre ellos, a Guzmán.

Así, de forma discreta, el GEIN marcó un antes y un después en la lucha contra el terror.

Criminal de carne y hueso

El amanecer posterior a la captura de Abimael Guzmán no fue uno más. Banderas flameaban en las casas de muchos peruanos. Hasta entonces, la mayoría de estos creía invencible e incapturable al líder senderista.

La caída de Guzmán constituyó el derrumbe de ese falso mito construido por el senderismo sobre él. “Era un personaje presentado por la propaganda terrorista como el gran líder que avanzaba paso a paso y que estaba a punto de tomar el poder. Ese mito se derrumbó con la caída de Guzmán”, describe el actual viceministro de Orden Interno y experto en temas de terrorismo, Rubén Vargas.

En los días posteriores a la captura, los peruanos celebraron como no pudieron hacerlo durante mucho tiempo. Recuperaron la confianza ante una potencial derrota del terror. Y, quienes pensaban en huir, lo pensaron dos veces. La captura fue el factor determinante.

“Hacia 1990, los peruanos estábamos preocupados porque no veíamos una salida. Teníamos el temor de que, llegado el momento, tuviésemos que recrear lo sucedido en [la guerra de] Vietnam: esperar el último helicóptero para huir. En 1992 la cosa cambió”, comenta el abogado penalista y ex juez —con rostro— de la Sala de Terrorismo de la Corte Superior de Lima, Luis Vargas Valdivia, quien fue víctima de atentados contra él y su familia.

VEA LA ENTREVISTA

“El GEIN salvó la democracia con la captura de Abimael Guzmán”

Rubén Vargas

Viceministro de Orden Interno

Sendero en declive

El punto de quiebre de la captura no solo lo experimentó la ciudadanía. Tras la caída de su cabecilla a manos del GEIN, en aquella casa de Surquillo, Sendero Luminoso nunca volvió a ser el mismo. Abimael Guzmán no estaba preparado para la derrota. Su estructura criminal, tampoco.

“En los años siguientes [a la captura de Guzmán] los mismos senderistas no pudieron controlar a su gente. Es la época en la cual se produjo la mayor deserción en sus filas”, cuenta el especialista en temas de terrorismo Pedro Yaranga. Los desertores se escapaban para entregarse tanto al Ejército como a los comités de autodefensa.

Terroristas de Sendero Luminoso rendían culto a la personalidad de Abimael Guzmán mediante objetos como estos, que hoy permanecen en el museo de la Dirección Contra el Terrorismo de la Policía. Foto: Reuters

La estructura de Sendero Luminoso se construyó exclusivamente en torno a Guzmán. “Todos se sujetaban a él. Era un dios para los senderistas y, por eso, la caída fue un golpe tan grande”, agrega Yaranga. Un golpe del cual no se pudo recuperar la banda criminal, a pesar de los intentos de los hoy encarcelados ‘Feliciano’ y ‘Artemio’.

La historia habla por sí sola. Antes de la captura de su líder, entre 1980 y 1992, Sendero Luminoso cometió 28 atentados terroristas de gran magnitud. Con Guzmán preso, desde 1992, el número se redujo a 4 atentados (ver infografía interactiva).

“[Sendero Luminoso] se generó alrededor de un caudillo y este era el encargado de todo. Abimael no preparó, gracias a Dios, los cuadros [sucesores] para su reemplazo. Esto finalmente trajo como consecuencia el desbande de Sendero”, comenta Luis Vargas Valdivia.

“Hacia 1990, los peruanos estábamos preocupados porque no veíamos una salida. Teníamos el temor de que, llegado el momento, tuviésemos que recrear lo sucedido en [la guerra de] Vietnam: esperar el último helicóptero para huir. En 1992 la cosa cambió”, comenta el abogado penalista y ex juez, Luis Vargas Valdivia.

El golpe más duro

A la captura de la cúpula senderista le siguió una avalancha de caídas de los más altos dirigentes terroristas. La inteligencia policial, apoyada por las rondas campesinas y los comités de autodefensa, asestaron un golpe tras otro a la cada vez más debilitada banda terrorista.

“El GEIN salvó la democracia con la captura de Guzmán. Lamentablemente, no se le dio el reconocimiento que corresponde porque lo que siguió a la captura fue una utilización política”, indica Rubén Vargas. Una afirmación con la cual coinciden otras fuentes consultadas para este artículo.

Hace apenas unos días, casi 25 años después de esa captura histórica, los miembros del GEIN fueron finalmente declarados Héroes de la Democracia aquella noche en la cual el delincuente más sanguinario de la historia del Perú, Abimael Guzmán, fue derrotado sin violencia. Aquella noche en la cual el Perú cambió para siempre.

Abimael Guzmán, cabecilla terrorista de Sendero Luminoso, fue presentado públicamente a la prensa en 24 de setiembre de 1992.

Foto: Reuters