Cristian se saca la remera blanca rápidamente, como si estuviera acostumbrado a hacerlo con las manos esposadas. En su cuerpo se revelan una serie de tatuajes, entre ellos, dos figuras femeninas sobre su pecho y tres nombres: Jurissa, Ana y Sofía. Entonces, el director del penal salvadoreño lo empieza a describir: nombre entero, alias Catracho, del Barrio 18 Revolucionarios, donde era “gatillero” y está condenado a 76 años de prisión por un delito. Después viene una larga lista de antecedentes: homicidio agravado, agrupaciones ilícitas, violación, tenencia y portación ilegal de arma de fuego, feminicidio agravado. Algunos de esos cargos repiten más de una vez.