"La tetera electoral", por Gonzalo Torres del Pino
"La tetera electoral", por Gonzalo Torres del Pino
Redacción EC

La tetera está en la hornilla y ya comienza a escucharse el tímido borbolleo del agua que recién empieza a calentarse. El escenario político apenas si se está encendiendo y bullirá más cuando se lancen y confirmen candidaturas (el 7 de julio es la fecha límite) para elegir autoridades regionales y municipales el 5 de octubre.

De un tiempo a esta parte, cada elección, sea municipal o presidencial, se vuelve más candente, retrechera y llena de puyas, zancadillas y tortazos en la cara al mejor estilo de Curly, Larry y Moe, solo que nadie se ríe y todos salen amargados y resentidos incluyendo a nosotros los impávidos votantes que muchas veces metemos el dedo en el agua para probar la temperatura y aun quienes solo fungen de espectadores descreídos, cínicos o imparciales terminan hastiados.

Nadie está ajeno al ambiente electoral y confieso que cada vez me da más miedo por la pobreza de candidaturas y de planes políticos que en mucho le hacen daño a la ciudad.

POLÍTICA DE VENDETTAS

Recordemos que el antivoto, el voto (y la campaña) contra puso a Susana Villarán a correr para armar planes y elenco técnico y, en un efecto de reverberación poselectoral, se le prendieron cual garrapatas intentando sacarla del puesto, con lo que se perdió tiempo, dinero y enfoque a los planes para la ciudad.

Me temo que la política de vendettas se irá poniendo peor, pero ya veremos.

El asunto es que en estos tímidos momentos solo se habla de acomodos y alianzas electorales y nada de la ciudad y cuando toque definir los planes estos serán acallados por ese burbujeo que es la política del trapo sucio y las escuchas ilegales, que es lo que más importa en esta Lima de callejón en donde más interesa qué hizo y dijo la vecina del 501 que ponerse de acuerdo para ver dónde y cómo se pone el caño, que es finalmente lo que concierne al callejón y no lo otro, vecina.

Lo que me preocupa verdaderamente es que ninguna de las candidaturas traiga planes de desarrollo a largo plazo y políticas en cuanto a la protección del patrimonio de nuestra ciudad, que en buena cuenta es lo que le da identidad a esta, y no el avance anodino de esta modernidad constructora (salvo honrosas excepciones).

Estoy seguro de que el tema patrimonial ni siquiera ha sido parte de los planes de anteriores candidaturas.

 Así que mientras se dan de tortazos unos con otros, a la par se cae un balcón, se invade una huaca, se tumban una casona y se le cae la oreja al San Martín de la plaza.

 Prepare su hígado para el combate por el sillón de Nicolás de Ribera, alise la garganta para que su corazón quepa en su boca y vaya preparando su red social favorita para ver cómo sus amigos se desgañitan intentando imponer sus ideas y preconceptos.

 Saquen las banderas partidarias, poco a poco la tetera calentará el agua y el pico silbará tan agudo que habrá que taparse las orejas.

 Pobre Lima, en ese momento, nadie la escuchará gritar.