Rodrigo Cruz

A fines de septiembre llegó a la fiscalía, directo desde la ciudad de Berna (Suiza), un documento de suma importancia en lo que refiere a la lucha contra el de aunque, pese a su relevancia, se ha mantenido –a la fecha– bajo total discreción. El remitente era Tahis Ducoli, en representación de la División de Asistencia Legal Internacional de la Oficina Federal de Justicia de Suiza. El destinatario era la Unidad de Cooperación Judicial Internacional del Ministerio Público peruano.

En específico, el documento era una respuesta de Suiza en relación a una solicitud de asistencia judicial que planteó el 1 de septiembre del 2021 la fiscalía peruana para que sean repatriados los US$894′700.33 (más intereses) alojados en la cuenta bancaria Nº 972362 en el banco Privée Edmond de Rothschild. Todo esto, en virtud a una sentencia de extinción de dominio emitida el 9 de diciembre del 2020, en la que se estableció que esos fondos tenían como finalidad el financiamiento de actos terroristas en el país. La propietaria de la cuenta: la senderista Nelly Evans Risco, alias la “Monja”, quien integraba el aparato económico y logístico de dicha agrupación fundada por Abimael Guzmán.

A fines del 2020, en este Diario publiqué la historia de esa cuenta: Evans la abrió en agosto de 1990, la primera transferencia provino del First Interstate Bank International de Miami (EE.UU.) y tres meses después colocó como apoderada a la esposa de Guzmán, Elena Iparraguirre. Esta cuenta fue bloqueada en 1991 luego de que se conociera del arresto de la “Monja”. Pero el Estado Peruano no hizo nada para repatriar ese dinero hasta el 2017, cuando la unidad de inteligencia financiera de Suiza les alertó que esos activos seguían en su país. Fue en julio del 2020 cuando la fiscalía peruana presentó una demanda de extinción de dominio para que ese casi millón de dólares sean repatriados.

Ahora Suiza ha informado que renuncia a celebrar un acuerdo de reparto de esos fondos con el Perú y resolvió devolver el íntegro de esa plata por tratarse de un caso de financiamiento al terrorismo de esa envergadura, a pesar de que la senderista vulneró su sistema financiero en los noventa. A través de Tahis Ducoli, solicitó el envío de datos bancarios para que procedan con la devolución al Estado Peruano. ¿Por qué esta noticia a todos luces positiva para el país se ha mantenido en reserva tantos días? ¿Qué se hará con esos fondos? ¿Se invertirá en un programa de lucha contra el terrorismo o terminará, como suele suceder en este país, mal utilizado en propósitos políticos?




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Rodrigo Cruz es Periodista