Congreso alista su quinta contrarreforma con cambios en ley que preserva las 5 millas marítimas

De esta manera, el Parlamento se proyecta a aprobar su quinta contrareforma con la particularidad que afectarían un avance que ellos mismos aprobaron meses atrás. Este retroceso se suma a la lista de modificaciones aprobadas sobre el proceso de colaboración eficaz, a la Ley Forestal, a la reforma universitaria y a la lucha contra la minería ilegal.

En enero del 2024, Lady Camones, representante de Áncash por APP, presentó el primer proyecto buscando modificar la Ley 31749. Dos meses después, Darwin Espinoza, también representante de Áncash pero por AP, presentó la segunda iniciativa en la misma línea.

Lo que buscan estas iniciativas son implementar una nueva clasificación nacional de embarcaciones pesqueras artesanales y, según explicaron desde el despacho de Camones, “implementar el avance tecnológico en la pesca artesanal que tiene predominio principalmente del trabajo manual”. “Las direcciones o gerencias regionales de producción, previa solicitud del Ministerio de Producción, podrán solicitar la reprogramación y autorización de manera excepcional en temporadas de pesca, que las embarcacions pesquenas artesanales hasta 10m3 puedan utilizar equipos y/o mecanos tecnológicos en una distancia menor a las tres millas”, añadieron.

Según han explicado entidades especializadas como la ONG Oceana y la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), la importancia de la Ley 31749 en conservar las cinco primeras millas radica es que se trata de una zona de importancia biológica que se encuentra en severa crisis por la escasez de recursos marinos.Ante ello, consideran “contraproducentes” las iniciativas y alegan que se busca incluir de manera forzada a quienes usan medios mecanizados de pesca (semi industriales) que, con la ley vigente, solo pueden pescar a partir de la milla tres.

En un oficio dirigido a la Comisión de Producción, la Sociedad Nacional de Pesquería indicó que las propuestas “trastocan el esquema diferenciador entre las flotas pesqueras artesanales y de menor escala, y que no aborda la real problemática de dichas actividades pesqueras, siendo que aprobar una norma en estas condiciones no resultaría apropiado para la predictibilidad y seguridad jurídica del ordenamiento pesquero en general”.

En dicha comisión se han organizado mesas técnicas (ver imágenes) con dirigentes que se oponen a la Ley 31749 y quienes han asegurado en redes sociales tener el respaldo de los congresistas para paralizar el reglamento de la norma vigente. Este Diario consultó con Lady Camones, Darwin Espinoza y Miguel Ciccia si apoyaban esta medida, pero ninguno respondió.

Si bien el plazo de reglamentación de esta ley venció en agosto del 2023, el Ministerio de Producción recién publicó el proyecto de texto en febrero pasado, y se encuentra aún en estudio.

Por Daniel Olivares, director de la ONG Oceana

Orden, pesca y chamba

Hace menos de 1 año se aprobó por unanimidad la ley 31749, ley de pesca artesanal y ancestral. Una ley que los pescadores artesanales han esperado por casi 30 años porque ordena quién y cómo se pesca dentro de las primeras 5 millas de nuestra costa.

La pesca se divide según el tamaño de las embarcaciones y la técnica de pesca. Una de las cosas más importantes que hace esta ley es definir que los pescadores artesanales, responsables de traer a nuestra mesa la comida que tanto nos gusta, son los únicos que pueden pescar dentro de las primeras 3 millas. Así mismo, la ley establece que las embarcaciones medianas (semi industriales) que usen redes de cerco mecanizados, pueden pescar a partir de la milla 3 en adelante.

Lamentablemente para algunos es buen negocio seguir con reglas poco claras. Esto lo tiene claro el congresista por Ancash Darwin Espinoza, uno de los influyentes niños en tiempos del expresidente Castillo. Acostumbrado a proponer amnistías de multas, ahora le ha puesto el ojo a tumbarse esta reforma pesquera, básicamente que regrese el desorden.

Los opositores a la reforma se presentan con disfraz de pescadores artesanales para generar empatía, pero en realidad son dueños de barcos medianos (semi-industriales) que quieren seguir pescando hasta la orilla con sus redes de cerco mecanizado. Está ampliamente demostrado que esta actividad es muy dañina para el fondo marino, y para el trabajo de miles de pescadores artesanales.

Lamentablemente hay otros congresistas que también han caído en el engaño, pero encontrar la verdad no es tan complicado. ¿Qué pueden hacer? Su chamba: convocar a cualquier gremio de los más de 50 mil pescadores artesanales del país. Escucharlos, aprender y representarlos. Los artesanales no tienen la llegada mediática de otros, ni el dinero para viajar a Lima constantemente, pero tienen la legitimidad.

Con el ordenamiento pesquero el mar peruano estará más sano, habrá más pesca, más comida y más empleo. No permitamos que por negocios de algunos pocos se mate a la gallina de los huevos de oro.