Milagros Asto Sánchez

Para los que cultivan su religiosidad, pisar Israel puede ser el sueño de toda una vida. Para los que no, la visita a ese país quita el aliento por su incomparable historia, tan rica como enrevesada. El viaje es largo. Llegar desde Lima a la que millones de personas en el mundo consideran la cuna de la fe puede tardar entre 18 y 25 horas en avión. Viajeros y feligreses de todas las nacionalidades aterrizamos cerca de Tel Aviv, la primera ciudad judía moderna que se levantó en esa nación del Medio Oriente.

Contenido Sugerido

Contenido GEC