Redacción EC

Hasta antes de esta pandemia, la mayoría conocía dos o tres aplicaciones con las que se podían hacer videollamadas, por supuesto, con una finalidad más personal y de ocio que profesional. Sin embargo, la estrategia adoptada por muchos países –entre ellos, el Perú– de optar por un aislamiento social obligatorio ha hecho que tanto el teletrabajo como las clases virtuales pasen a ser indispensables para millones de personas. Y en esas circunstancias, las videollamadas juegan un rol fundamental, sobre todo para mejorar el sentimiento de cercanía y la interacción entre los participantes.

Servicios de mensajería instantánea como WhatsApp o Facebook Messenger permitían las videollamadas, así como programas más antiguos como Skype. Sin embargo, uno que rápidamente ganó la atención de los usuarios fue . Se trata de una plataforma creada en Silicon Valley y que empezó a ser usada indistintamente por amigos o familiares para conversar un rato, así como por mandatarios, organizaciones, instituciones y estudiantes del mundo.

fue creada por el ingeniero Eric Yuan en el 2011 y enlistada en Nasdaq (la bolsa de valores electrónica más importante de EE.UU.) desde hace un año. Sus acciones se dispararon hasta los US$35.000 millones, pero desde que se destaparon serios problemas de seguridad, estas cayeron un 30%.

Un problema tras otro

Según informó el mismo Yuan, en una carta a sus usuarios a inicios de abril, pasó de tener unos diez millones de usuarios a doscientos millones al día.

Al volverse tan requerida, sus complicaciones de seguridad fueron más evidentes. Ya en julio del 2019 se supo que la aplicación tenía una falla que permitía a webs maliciosas activar la cámara de las computadoras Mac, incluso luego de desactivar la app. El error se corrigió.

Hacia finales de marzo del 2020 se conoció que enviaba datos a Facebook sin notificarle al usuario y sin haberlo detallado en sus políticas de privacidad. También se solucionó con una actualización.

El 28 y el 29 de marzo de este año empezaron las primeras denuncias de infiltraciones masivas en las videoconferencias. Diversos tipos de usuarios tomaban control de las videollamadas para molestar a los participantes, compartiendo contenido ofensivo, pornográfico, de odio; o para espiar las conversaciones privadas de otros usuarios. A esto se denominó ‘Zoombombing’.

El 30 de marzo, el FBI lanzó una alerta oficial sobre los peligros por utilizar este tipo de aplicaciones y compartió recomendaciones para que las teleconferencias no fueran secuestradas. Ese mismo día, se reporta que el instalador para computadoras Mac otorga total control del sistema sin que el usuario lo sepa, al mismo estilo que un ‘malware’ o software maligno.

El 31 de marzo, el portal The Intercept informa que las comunicaciones sobre la plataforma de no están cifradas de extremo a extremo, lo que le permite a la empresa interceptarlas y espiarlas. Además, otros portales especializados reportan que nuevas vulnerabilidades detectadas permiten a los ciberdelincuentes robar las contraseñas en Windows y apoderarse de una computadora de manera remota.

El 1 de abril, Yahoo informó sobre la publicación de los datos de 350 cuentas verificadas (de pago) en un foro de la ‘dark web’. Al día siguiente, empresas e instituciones como SpaceX (de propiedad de Elon Musk) y la NASA prohibieron el uso de para sus comunicaciones.

El 3 de abril, “The Washington Post” informa sobre la filtración de videos procedentes de Zoom, entre ellos llamadas de telesalud que incluyen los nombres y números de teléfono de las personas. También fueron vulneradas reuniones de pequeñas empresas, con información de estados financieros de firmas privadas; así como clases de primaria, que dejaron expuestos rostros, voces y detalles personales de algunos niños.

A inicios de esta semana, las escuelas públicas de Nueva York decidieron que sus maestros dejen de usar la aplicación.

Ayer, mientras que el Gobierno de Taiwán prohibía utilizar para reuniones oficiales en línea, uno de los accionistas demandó a la empresa de Silicon Valley por exagerar la fortaleza real de sus estándares de privacidad y negarse a revelar que su servicio no estaba cifrado de extremo a extremo.

La empresa tiene bastante por solucionar en una circunstancia que siendo favorable le ha sido fatal.

Recomendaciones para videollamadas más seguras en Zoom

  • Asegúrese de que en todas sus reuniones se solicite la contraseña aleatoria que se crea automáticamente.
  • El organizador puede crear salas de espera y ser él quien admita a cada invitado.
  • Mantenga siempre actualizada la aplicación tanto en su computadora como en el celular.
  • Nunca comparta el ID de una reunión.
  • Solo el organizador debe compartir su pantalla.
  • Bloquee las reuniones cuando todos se hayan unido.
  • No publique fotos de sus reuniones en Zoom.

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