Las personas que viven con VIH deben tomar antirretrovirales todos los días para mantenerse saludables. (Foto referencial: unplash)
Las personas que viven con VIH deben tomar antirretrovirales todos los días para mantenerse saludables. (Foto referencial: unplash)
Yerson Collave García

El día en que Juan* decidió acudir por fin al hospital ya se le habían acabado las pastillas que lo mantienen saludable. Despertó muy temprano para salir de casa, en San Juan de Miraflores, en dirección al Hospital Loayza, donde recibe su tratamiento desde hace dos años.

Eran muchos los miedos que enfrentaba aquel día: temía contraer el y llevar la enfermedad a casa, temía quedarse sin pastillas y que su sistema inmune se debilite, y le aterraba que algún militar lo detenga en la calle y se vea obligado a revelarle que vive con VIH.

Sabía que, probablemente, tendría que mostrar la tarjeta de atención que dice ‘VIH’ en letras rojas y exponerse a las miradas inquisidoras de personas que no saben mucho sobre este mal.

Nos encontramos con Juan en la avenida Alfonso Ugarte, frente al hospital Loayza, el lunes 13 de abril, un día después de que el gobierno anunciara la prolongación de la cuarentena. “He tomado el tren y dos carros para llegar. Solo un policía me pidió mi pase y le expliqué que iba al hospital y me dejó seguir. Tenía miedo porque todavía hay gente muy prejuiciosa”, cuenta aliviado el joven de 24 años, quien usa doble mascarilla, guantes quirúrgicos azules, lentes de sol y un gorro negro. Son cerca de las ocho de la mañana.

En el Hospital Loayza se atiende pacientes con COVID. En la imagen, enfermeros realizaron un plantón en los exteriores del centro de salud para exigir derecho laborales en medio de la pandemia. (Foto: Joel Alonzo/GEC)
En el Hospital Loayza se atiende pacientes con COVID. En la imagen, enfermeros realizaron un plantón en los exteriores del centro de salud para exigir derecho laborales en medio de la pandemia. (Foto: Joel Alonzo/GEC)

Él y unas 5 mil personas con VIH reciben atención en dicho hospital, que ahora también atiende pacientes con COVID-19, cuenta un médico que labora allí. En cada cita recoge 90 pastillas, suficientes para tres meses. Este tratamiento gratuito es fundamental para aquellos que viven con este mal: evita que el virus cree más copias y debilite su sistema inmune, hasta llegar a la fase de sida. Hoy vivir con VIH no es sinónimo de muerte solo si se lleva un tratamiento efectivo y oportuno.

La entrega de la terapia (TARGA) no se ha detenido en este hospital, como pudo comprobar El Comercio. Sin embargo, servicios como las consultas externas en hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) y EsSalud. En ellas se determina el estado de salud de la persona con VIH y se inicia el procedimiento para comenzar con el tratamiento. Es el primer paso.

También se han presentado problemas para acceder a la medicación en provincias, según reportaron diversos pacientes a este Diario. Muchos de ellos necesitaban cambiar de medicamentos por alguna reacción alérgica, otros recién diagnosticados debían someterse a exámenes de carga viral y CD4 para iniciar su tratamiento y algunos tenían que retomarlo.

“Hasta nuevo aviso”

Acompañamos a Juan hacia el pabellón de Infectología, donde recibe habitualmente los antirretrovirales. Él ya es “indetectable”, es decir, la cantidad de copias del virus en su organismo es tan baja que no puede afectar su sistema inmune, con ello puede afrontar cualquier enfermedad y llevar una vida relativamente normal. El VIH está ‘dormido’ en su cuerpo.

Una larga fila se forma fuera de una pequeña ventana por donde se asoma una enfermera que lee los nombres de los pacientes en voz alta. Uno a uno, se acercan para recibir sus recetas. “Ojalá me atiendan y me den las pastillas. Siempre sacamos cita con un mes de anticipación, pero ahora no pude venir. Llamé al hospital, pero no me constataban, por eso vine directo”, explica Juan.

Una enfermera del área de infectología del Hospital Loayza llama a los pacientes para proporcionarles sus recetas. (Foto: Yerson Collave/El Comercio)
Una enfermera del área de infectología del Hospital Loayza llama a los pacientes para proporcionarles sus recetas. (Foto: Yerson Collave/El Comercio)

Una enfermera, cubierta por un traje celeste de protección, lentes de soldar, mascarilla y guantes, se acerca a quienes esperan en la fila. Recoge las cartillas de control de cada paciente y dice: “Se les va a atender, pero solo para entrega de pastillas. Nada de citas”. Juan respira aliviado, pero un joven llama a la mujer y le explica que tenía una cita para cambiar de medicamento debido a una reacción alérgica, está sin tratamiento ya desde hace un mes. “Solo entregamos pastillas, no hay citas hasta nuevo aviso, tal vez hasta octubre”, responde la mujer mientras se aleja. Quienes escucharon el pedido animan al joven para que la siga y reclame.

“Hay dos problemas cuando no reciben medicación: el primero es que la enfermedad lentamente se va a reactivar; lo segundo es que cuando comiencen a tomar de nuevo la medicación ya no respondan a ella porque se han vuelto resistentes”, explica el médico César Cárcamo, especialista en VIH e investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).

“Eso tiene consecuencias: la persona va a incrementar el riesgo de adquirir cualquier enfermedad e incluso de morir dependiendo de cuánto tiempo ha dejado la medicina. Además, puede volver a transmitir el virus”, agrega.

El Grupo Impulsor de Vigilancia en Abastecimiento de Medicamentos Antirretrovirales del Perú (Givar Perú) también ha recibido casos de personas con VIH con problemas de acceso a medicamentos.

“Nosotros, al día estamos reportando al Ministerio de Salud entre tres y ocho casos. Esto está sucediendo mucho más desde la cuarentena. Hasta ahora son más de 100 que hemos reportado y hay otro porcentaje que hemos podido solucionar nosotros”, afirma Marlon Castillo, coordinador de Givar Perú.

“No se está cumpliendo con las disposiciones para la entrega de medicamentos como mínimo para tres meses. Algunos están recibiendo pastillas solo para 20 días o un mes. Entonces han ido más de una vez al hospital, y eso es exponerlos”, alerta Castillo

Otro grupo que ha resultado afectado son los extranjeros con VIH que se encontraban visitando el Perú y que tuvieron que quedarse en el país: “Hay extranjeros con VIH que quedaron varados por la cuarentena que no tenían ningún tipo de seguro y se les acabó el medicamento. Hemos podido solucionar algunos casos con el Minsa”.

El Comercio solicitó un pronunciamiento oficial al Minsa para la serie de informes del especial pero no obtuvo respuesta.

Los recién diagnosticados, en mayor riesgo

Franco* es un joven de 21 años que días antes del inicio de la inmovilización social recibió una noticia que aún lo tiene preocupado: es VIH positivo. No pudo acudir a asesoría psicológica ni comenzar con su tratamiento antirretroviral porque el proceso ha quedado suspendido, tanto en clínicas privadas como en hospitales del Minsa y EsSalud. Y teme que debido a su sistema inmune comprometido, esté en mayor riesgo ante el COVID-19.

“Me diagnosticaron VIH unos días antes de la cuarentena y cuando llamo a la clínica me dicen que solo atienden emergencias”, cuenta Franco, quien esperará a que termine este periodo de inmovilización para comenzar el procedimiento en EsSalud.

“El problema [con los pacientes recién diagnosticados sin tratamiento] es que la enfermedad siga avanzando y que puedan transmitir la enfermedad a otra persona - explica el doctor Cárcamo-. El problema que no tienen es desarrollar resistencia porque no han recibido medicamentos antes”.

El representante de Givar Perú asegura que personas en esta misma situación han buscado la ayuda de esta organización: “Tenemos muchos casos de personas que fueron diagnosticados poco antes de la cuarentena y que no están recibiendo su medicación porque no hay ningún médico que les pueda recetar el tratamiento. Además no todo está habilitado para hacer las pruebas de CD4 y carga viral. El INS [Instituto Nacional de Salud] hacía esas pruebas, pero ahora todo está enfocado al COVID. Entonces muchas personas conociendo su diagnóstico no están recibiendo medicación, y ellos son los más vulnerables”.

El tratamiento antirretroviral es fundamental para las personas que viven con VIH. (Foto: Pixabay)
El tratamiento antirretroviral es fundamental para las personas que viven con VIH. (Foto: Pixabay)

“Estamos pidiendo al Minsa una guía de atención rápida para estas personas para que se les provea de medicamento inicial estandarizado y luego se les puede realizar las pruebas de carga viral y CD4. Lo que tenemos es un sistema completamente debilitado en el que las personas con enfermedades crónicas no tienen acceso a medicamentos”, afirma Castillo.

El Comercio se comunicó con EsSalud para conocer cuándo se retomará el servicio de consulta externa. A través de su oficina de prensa, la entidad señaló que estas siguen suspendidas por orden del Minsa para evitar la propagación del nuevo coronavirus y que la reprogramación se hará una vez acabe el aislamiento social obligatorio.

* * *

Luego de unas dos horas, desde la ventana abierta en el área de infectología, una enfermera dice el nombre de Juan. Él se acerca y recibe su receta. Son cerca de las 11:30 de la mañana. Ahora debe esperar en otra fila de personas que se forma en la puerta del dispensario de medicamentos, esta vez un poco más pequeña.

“Tenía programado un examen de carga viral [para saber si seguía siendo indetectable], pero la señorita me dijo que por ahora no se harán ninguno de estos exámenes”.

Imagen de la orden de laboratorio de monitoreo de CD4 y carga viral reprogramada. (Foto: Cortesía)
Imagen de la orden de laboratorio de monitoreo de CD4 y carga viral reprogramada. (Foto: Cortesía)

El joven que siguió a la enfermera ahora habla con tres de ellas en una de las puertas del pabellón de infectología. Se le nota preocupado. Juan, por su parte, está más tranquilo. Ahora debe cruzar la ciudad para llegar a casa.

*Los nombres han sido cambiados a pedido de los entrevistados, para preservar su identidad.

Datos:

  • Si necesitas ayuda y eres asegurado de EsSalud, puedes comunicarte con línea 411-8876 y marcar el anexo 11
  • Si necesitas asesoría en general, AHF Perú activó líneas de ayuda para personas con VIH. CLIC .
  • Si necesitas reportar problemas en acceso a medicamentos, puede comunicarte con GIVAR Perú al email y a los teléfonos 4839317 y 2660746.

*El Comercio mantiene acceso libre al contenido sobre el COVID-19

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¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?

Entre los síntomas más comunes del COVID-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, la entidad dio a conocer que el 80 % de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.

¿Quiénes son las personas que corren más riesgo por el coronavirus?

Debido a que el COVID-19 es un nuevo coronavirus, de acuerdo con los reportes que se tienen a nivel mundial, las personas mayores y quienes padecen afecciones médicas preexistentes como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes son las que desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

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