Janet Salas junto a sus perros Noelito y Natty.
Janet Salas junto a sus perros Noelito y Natty.
Andrea Carrión

Han pasado 7 años ya, pero Janet Salas no se olvida de las noches en vela que pasó por Noel. Haberlo encontrado en un basural junto a sus hermanos -3 muertos y 3 agonizando- la marcaron duro.

“Cuando los encontré todavía tenían sus ojitos pegados, estaban mojados y aún tenían su cordón umbilical. Acababan de nacer y ya estaban en un basurero. Hacia frío y me llevé a 5, pero 3 murieron de neumonía. Luego adoptaron a uno y nos quedamos con Noelito”, recuerda Janet.

Para esta limeña, Noel es su engreído, pero está lejos de ser su única aventura de rescate y adopción.

A Janet le encanta hacer actividades al aire libre con sus perros. Aquí con Noelito en una caminata organizada por la Municipalidad de San Borja.
A Janet le encanta hacer actividades al aire libre con sus perros. Aquí con Noelito en una caminata organizada por la Municipalidad de San Borja.

Su sensibilidad con los animales la heredó de sus padres. De hecho cuando Janet tenía 9 años quiso hacer su primer rescate, pero su abuela no la dejó. Tuvieron que pasar varios años, un trabajo y un ingreso fijo para empezar a hacer lo que siempre quiso: ayudar a perros y gatos desamparados. Y de esto ya hace más de 10 años.

“Ya tenía 3 perros regalados en casa, pero un día vi a un perro sarnoso y muy flaco por el parque de mi casa. Le saqué comida y lo llevé a la veterinaria. Era bien viejito, no tenía dientes pero sí una fuerte otitis. El médico me dijo que nadie lo iba a adoptar por su edad y porque no le parecía 'agraciado'. A mi me dio pena. Pegué volantes y nadie me llamó, así que se quedó”, recuerda Janet.

A Janet y su novio Harold también les gusta salir de paseo fuera de Lima junto a sus perros.
A Janet y su novio Harold también les gusta salir de paseo fuera de Lima junto a sus perros.
Janet junto a Natty.
Janet junto a Natty.

Su papá, Julio Salas, y su hermana, Katia Salas, se unieron a esta aventura de recoger perros y gatos abandonados y cuidar de ellos hasta conseguirles hogar. Janet ya no recuerda la cantidad de gatitos y cachorros que han recogido de basurales, felizmente ha logrado ubicar en familias a la mayoría.

Eventualmente Janet se mudó con su novio Harold Gutiérrez a un departamento y solo pudo llevarse a dos de sus perros. Noel es uno de ellos, la otra se llama Natty, una hembra cruce con siberiano que adoptó de 1 año de edad luego de haberle dado hogar temporal.

“Recuerdo que eran vísperas de Navidad cuando llegó Natty y se comió una parte del pavo de la cena. En lugar de molestarnos con ella nos dio risa, y también nos dio pena. Cuánta hambre habría pasado la pobre que al ver el pavo habrá pensado ‘¡wow, pavo!’”, dice riendo.

El padre de Janet, Julio Salas, junto a Sasha.
El padre de Janet, Julio Salas, junto a Sasha.
Katia Salas y su novio César junto a Andrómeda.
Katia Salas y su novio César junto a Andrómeda.

Chuwi, Tasha y Lolita son los perros que se quedaron en casa de su padre, junto a las 6 gatas que nunca lograron colocar; Sasha, Mezti, Penélope, Andrómeda, Tabatha y Kali. Para Janet la complicidad de su padre y su hermana es invalorable, pero además reconoce el apoyo de las dos mujeres que trabajan para él y para ella.

“Es fundamental contar con personas que además de ayudar en la cocina y la limpieza, quieran a tus animales. A una señora de limpieza que tuve le pagaba un poco más por su apoyo, es importante hacerlo”, comenta Janet.

Por otro lado, también valora que en su edificio acepten mascotas, algo que cada vez es más difícil encontrar en el Perú.

La última vez que Janet rescató un perro fue en el 2016, se detuvo porque se mudó y en su departamento no puede tener a más animales. Igual no deja de promover el rescate y la adopción cada vez que se presenta una oportunidad.

“Si uno puede ayudar, ¿por qué no hacerlo? Debemos tener empatía y sensibilidad para ayudar a quien más lo necesite, personas y animales. Yo elegí a los animalitos porque son más vulnerables pues hay menos asociaciones y grupos que los apoyan, y la mayoría de iniciativas son individuales”, comenta Janet. “Ellos sufren mucho en la calle, sobre todo cuando están enfermos y pasan hambre y frío”.

Natty y Noelito.
Natty y Noelito.

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