El veterano combatiente, de 107 años, ingresó a Lima con las fuerzas de “El Califa” por Cocharcas, según contó al decano en 1973. “Francisco Gerardo Moreno Herrera, un ‘montonero’ que entró a la capital por la Portada de Cocharcas junto a Nicolás de Piérola, y que a pesar de tener la pierna herida, prosiguió el asalto ‘a sangre y fuego’, acaba de cumplir un año más de vida”. Así lo informó el decano el 11 de noviembre de 1973. “Este centenario rimense pasa sus días en el asilo para ancianos de la avenida del Cementerio de Lima, hasta donde llegó El Comercio para conversar con él”, explica la nota. “Don Nicolás era buena gente. Hombre de pocas palabras y mucha acción, mandaba con voz de trueno y hacía temblar hasta las piedras”, reveló el antiguo “montonero” al referirse al ex presidente del Perú, Nicolás de Piérola. Moreno Herrera -que se expresaba con voz algo cansada, pero nítida- recordó con vívida claridad aquella acometida de Piérola y sus “montoneros” para enfrentarse a los seguidores de Andrés Avelino Cáceres, en medio de la Guerra Civil peruana de finales del siglo XIX. Cáceres había llegado al gobierno en 1894 a través de unas elecciones bastantes cuestionadas, lo que no tardó en provocar el levantamiento de Piérola, quien irrumpió en la ciudad un 17 de marzo de 1895. El joven Moreno Herrera tenía en ese entonces 28 años.
“Antes fumaba hasta dos cajetillas diarias de cigarrillos. Ahora no, pero en mis buenos tiempos he sido bien jaranista, no le quitaba el cuerpo a los tragos y nunca olvido a los muchachos que me acompañaron en lindas serenatas y santos de Abajo El Puente, Los Naranjos y La Confianza”, contó el anciano. Usaba anteojos -según el redactor de El Comercio-, pero solo para leer, pues escuchaba perfectamente y extraoficialmente se sabía que solía escaparse del asilo de vez en cuando. Recostado en su cama e interrumpido de rato en rato por una “tos de clima”, don Francisco confesó: “Tengo cinco hijos, dos en mi matrimonio y tres cuando fui militar. Llegué a sargento primero. El mayor de mis hijos tiene 87 años y el menor 65: nietos tengo un montón y ya perdí la cuenta de bisnietos y tataranietos”. “Yo nací Abajo el Puente, el 4 de octubre de 1866, y mi Lima de entonces era del Palacio de Gobierno hasta San Martín, y de allí a San José; todo el resto eran las huertas de los chinos”. Francisco dijo en la entrevista que se sentía algo aburrido, pero agradecido por el buen trato que le daban las monjitas y los empleados. Sin embargo, “se hizo el sordo” cuando El Comercio le preguntó qué hacía cuando realizaba sus escapadas. A pesar de los años, el espíritu aventurero de “Don Pancho” perecía permanecer intacto.