Como siempre hemos oído de nuestros padres decir: “Si nadie celebra tus logros, celébralos tú mismo”. En realidad nadie es más consciente que nosotros mismos para valorar nuestros esfuerzos, porque somos los únicos que sabemos realmente las batallas que hemos tenido que lidiar, los tropiezos que hemos sufrido, las veces que nos hemos levantado, los aprendizajes obtenidos y el esfuerzo realizado. Por ello, en la siguiente nota mostraremos maneras para empezar a valorar todos esos esfuerzos que hacemos por más de que los demás no lo hagan.
Aprende a valorar tus logros personales y a celebrarlos
- Identificar: Hay que identificar cuál o cuáles son los logros que queremos celebrar y valorar. Muchas veces, nos centramos en que queremos lograr algo, pero simplemente no sabemos qué o quizás nos sentimos pretenciosos al querer realizarlo. Por ello, para empezar a valorar nuestras acciones es esencial saber qué es lo que queremos.
- Anotar y compartir: Luego de saber los logros que queremos conseguir, es hora de anotarlos, puede ser mediante cualquier expresión artística: escribir, dibujar, pintar, hacer música, etc. A pesar de que escribirlo parezca sencillo, ayuda a que nos motivemos y pensemos en cómo vamos a cumplir esa meta. Asimismo, debemos compartir lo que hemos conseguido a nuestros seres queridos o amistades cercanas.
- Celebración: El último paso para festejar tus logros es encontrar la manera que va más contigo para celebrarlo. Puede ser mediante compras en el centro comercial, probarnos ropa, comer algo rico, salir a pasear, ir al cine. No importa como se celebre, la cosa es que lo disfrutemos y nos sintamos felices por haber cumplido.
¿Qué nos permite lograr nuestras metas?
Estas son algunas claves para conseguir la perseverancia y la automotivación:
- Diálogo interno: La manera en como nos hablamos a nosotros mismos influye de forma directa en cómo nos sientes. Si interpretamos las situaciones que nos rodean pensando solo en lo negativo y anticipándonos en que pasará lo peor, se va a complicar el cumplir las metas.
- Metas a corto plazo: Otra forma de automotivarnos es proponiéndonos metas a corto, mediano y largo plaza, imaginarnos y plasmarlo hará que nos sintamos dispuestos a cumplir todo eso.
- No somos máquinas: Hay personas que se frustran por no cumplir las metas del día, sin embargo, es entendible que no todos los días podamos dar el 100% de nosotros. Igualmente, la procrastinación o la flojera no puede convertirse en un hábito.
- Habrá momentos difíciles: A lo largo de todo el proceso del cumplimiento de metas, siempre habrá malas pasadas o momentos en los que no nos encontremos del todo bien, donde se presente tristeza, apatía y que no seamos capaces de ver todo lo que hemos conseguido. Es ahí donde tenemos que seguir adelante con nuestras metas, sin pensar en abandonarlas.
- Persona de referencia: Si tenemos un objetivo personal o laboral, podemos guiarnos de alguna figura que haya sido de referencia y que nos genere motivación. Puede ser un familiar, un amigo, un profesor de la universidad, es como un mentor que puede guiarnos, porque ya atravesó por ese mismo camino.
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