Por lo general, cuando se evidencian alteraciones en la memoria, automáticamente las personas son diagnosticadas con demencia senil, pues en el imaginario de gran parte de la población, este término es el ideal para englobar todos los tipos de demencia. Sin embargo, es importante destacar que únicamente existen dos: por un lado, las degenerativas (las más frecuentes son la enfermedad de Alzheimer y la demencia frontotemporal) y, por el otro, las vasculares (predominan la isquémica y la hemorrágica).
Probablemente, el Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más conocida, pues representa el 60%- 70% de los casos de demencia con consecuencias importantes, tanto a nivel cognitivo, motor, funcional, emocional y social, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, en las últimas semanas la demencia frontotemporal ha sido protagonista en los distintos medios tras la lamentable noticia de que el reconocido actor Bruce Willis, de 67 años, sufre de esta afección poco conocida.
Si bien es cierto, el año pasado la estrella de la cinta “Duro de matar” anunció su retiro de la interpretación después de ser diagnosticado con afasia; sin embargo, esta enfermedad caracterizada por la alteración del lenguaje, es finalmente lo que todos los pacientes con algún tipo de demencia padecerán en algún momento, señaló Manuel Moquillaza Valle, neurólogo clínico y endovascular y coordinador del servicio de neurología de la Clínica Ricardo Palma a Bienestar de El Comercio.
Para conocer más sobre la demencia frontotemporal, el neurólogo desarrolló algunos puntos importantes que tenemos que tener en cuenta respecto a este terrible mal.
¿Qué es la demencia frontotemporal?
Es una enfermedad degenerativa en donde existe un envejecimiento acelerado de las neuronas cerebrales, principalmente del lóbulo frontal (habilidades sociales, el movimiento y la expresión verbal) y el temporal (memoria a corto, mediano y largo plazo, la olfacción, la audición y el área de comprensión del lenguaje). Generalmente, su inicio es precoz y acelerado, ya que ocurre un proceso progresivo de desmejora en personas mayores de 60 años.
¿Cuáles son las causas de la demencia frontotemporal?
En realidad, las causas no están determinadas porque al ser una enfermedad degenerativa hay una predisposición genética. Sin embargo, los factores de riesgos son: poca actividad mental, el consumo de alcohol, el sedentarismo, la obesidad y la falta de algunas vitaminas.
¿Cuáles son los tipos de la demencia frontotemporal?
Básicamente, hay dos grandes grupos: la variante conductual, en la que predominan las alteraciones comportamentales y la afasia primaria progresiva, caracterizada por las alteraciones del lenguaje, es decir, el paciente tiene problemas para expresarse, leer o escribir.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
Los más comunes son los problemas en el habla y el lenguaje, los cambios de conducta, como la desinhibición, pues el paciente presenta conductas inapropiadas en público, apatía, hiperoralidad y comportamientos repetitivos y compulsivos.
Además, existe la posibilidad de que el 15% a 20% de pacientes con variante conductual desarrollen en el trascurso una enfermedad de motoneurona, específicamente, una esclerosis lateral amiotrófica.
¿Cuántas etapas tiene la demencia frontotemporal?
A diferencia de la enfermedad de Alzheimer, la demencia frontotemporal presenta en la primera etapa cambios de la conducta y posteriormente de la memoria.
Cabe señalar que, hay etapas según el grado: leve, los síntomas son casi imperceptibles, moderado, se suelen diagnosticar el 70% de los casos y severo, donde se presenta la enfermedad en su máxima expresión.
¿Cómo se realiza un adecuado diagnóstico?
En primer lugar, se debe determinar si existe un diagnóstico de deterioro cognitivo- leve, moderado o severo- antes de hablar de una demencia. Cabe mencionar que, se considera demencia cuando el deterioro es severo, por lo que luego se debe buscar cuál es la causa, dado que los deterioros cognitivos pueden ser primarios o secundarios. Por ejemplo, los que son de origen degenerativo, como el Alzheimer y la demencia frontotemporal son primarios, mientras que, los vasculares son catalogados como secundarios.
En definitiva, el diagnóstico es complejo, ya que no solamente se debe realizar una evaluación neurológica y algunos exámenes de laboratorio, sino también pruebas de imagen cerebral, como los protocolos de demencia, puntualmente, una espectroscopía con la que se evidencia en estos pacientes un aumento del metabolito mioinositol y la disminución del metabolito N-acetil-L-aspartato, así como una volumetría del hipocampo, con la que se suele observar un nivel por debajo del promedio.
¿En qué consiste su tratamiento?
La demencia frontotemporal es una enfermedad que aún no tiene cura, aunque se aborda con un tratamiento farmacológico basado en estimulantes cerebrales, como la memantina, un antagonista de los receptores NMDA, la cual ha demostrado cierto grado de eficacia en todo tipo de demencia, en especial, en las vasculares. También se emplea el donepezilo, un inhibidor de la acetilcolinesterasa, el cual es recomendado para pacientes con demencias degenerativas.
Adicionalmente, se brinda un tratamiento psicológico, pues una persona con demencia requiere de soporte emocional, al igual que apoyo psiquiátrico; sobre todo, si se presentan alteraciones de la conducta. Igualmente, es fundamental brindar una asistencia, ya que este grupo de pacientes requieren de cuidados para mantener su seguridad, higiene y alimentación, en otras palabras, calidad de vida.
¿Cuánto tiempo puede vivir una persona con demencia frontotemporal?
Sin duda, depende mucho de los cuidados que el paciente reciba, pues gracias a ello, la esperanza de vida puede ser mayor al promedio que va de 5 a 10 años aproximadamente. En efecto, esto se debe a que las funciones mentales están comprometidas y el paciente es dependiente de los demás, por lo que, si no se brinda una adecuada atención, su salud puede deteriorarse más rápidamente o incluso fallecer por complicaciones adyacentes.
¿Existe alguna manera de poder prevenir la demencia frontotemporal?
Definitivamente, a mayor actividad mental, menor probabilidad de desarrollar algún tipo de demencia. Por esta razón, es clave realizar ejercicios de habilidad matemática, psicomotriz, razonamiento verbal, psicotécnico, es decir, sudoku, juego de damas, ajedrez, pupiletras, aprender idiomas, entre otros. De igual forma, una alimentación saludable y rica en vitamina E es primordial, ya que es un antioxidante que favorece a la preservación de la memoria y podemos encontrarla en frutas, verduras de hojas verdes, maní, brócoli, pecanas, pasas, avellanas, palta, etc.
Por último, Moquillaza recalcó que, es importante que la población sepa que ante los cambios de conducta poco habituales y la pérdida progresiva de la memoria deben acudir al médico neurólogo, dado que muchas veces las personas son subdiagnosticadas con demencia senil, en especial, en el Perú y suelen conformarse con dicha realidad. Sin embargo, con un diagnóstico preciso y precoz se puede llevar a cabo un tratamiento adecuado y determinar un pronóstico.
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