No todos los cocodrilos tienen la suerte de tener un funeral. En el pueblo de Siquirres, en Costa Rica, cientos de personas se congregaron para rendirle tributo a ‘Pocho’, un reptil de 450 kilos de peso y 4 metros y medio de largo, que murió el pasado lunes por causas naturales.
El cocodrilo, de aproximadamente 60 años, hizo conocido al pueblo gracias a sus habilidades y a su singular amistad con Gilberto Shedden, quien lo encontró con una herida de bala en la cabeza, hace 20 años atrás, y lo llevó a su casa para curarlo. Desde entonces, se volvieron amigos inseparables, informa BBC Mundo.
“Para mí, Pocho nunca morirá”, enfatizó Shedden. El cuerpo del reptil será embalsamado para luego ser exhibido en un museo del pueblo donde vivió. Miles de turistas visitaban Siquirres para presenciar la ‘lucha’ de ‘Pocho’ con su dueño, espectáculo que era muy aplaudido.