Decenas de barcos hundidos, en su mayoría durante la Segunda Guerra Mundial, podrían contaminar aguas territoriales de Estados Unidos con decenas de millones de litros de combustible, de acuerdo con un nuevo reporte del Gobierno.
Incluso así, el riesgo de contaminación es menor de lo que esperaban los científicos. El informe dado a conocer ayer por la Dirección Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés), concluye que la envergadura del problema es mucho más manejable de que se temió inicialmente.
Funcionarios de la agencia calculan que la cantidad que se derramaría sería mucho menor que la que se fugó de una plataforma petrolera de BP en 2010, que lanzó al mar unos 757 millones de litros de crudo en el Golfo de México. Fue el peor desastre ambiental en el mar en la historia de Estados Unidos.
RIESGOS En las costas del país hay unos 20.000 barcos hundidos. La mayoría no representa un peligro, pues funcionaban con carbón en vez de petróleo, o son muy pequeños o no se encuentran cerca de tierras vulnerables.
Sin embargo, se desconoce la ubicación exacta de seis naves que tienen el mayor potencial de afectar áreas costeras porque si expulsan sólo 10% del crudo que acumulan, podrían provocar un desastre local.
De los 87 barcos identificados como posible fuente de contaminación, 52 se hundieron durante la Segunda Guerra Mundial, en su mayoría a lo largo de la costa del Atlántico.
Además existen 17 naves cuya ubicación exacta se conoce y que es necesario investigar más a fondo para determinar si puede extraer el crudo que llevan. Hacerlo antes de una fuga es mucho más fácil que esperar a después.