Tokyo Electric Power (Tepco), operadora de la accidentada central de Fukushima, confía en poder retomar los beneficios durante el actual año fiscal 2013, si se le permite reanudar sus reactores nucleares detenidos tras la crisis atómica de 2011.

La eléctrica, que actualmente se encuentra bajo el control del Estado, espera alcanzar 34.000 millones de yenes (263 millones de euros) de beneficios en este año fiscal, según una estimación presentada por Tepco a sus acreedores.

Para ello, necesita reanudar en enero la actividad de su central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, situada en Niigata, una medida que le permitiría costear la compra de carburantes para alimentar sus plantas térmicas, reactivadas luego el apagón nuclear tras el accidente de Fukushima.

Junto con la accidentada Fukushima Daiichi, epicentro de la peor crisis nuclear tras Chernóbil en 1986, Tepco cuenta con otras dos centrales atómicas, Fukushima Daini y la citada Kashiwazaki-Kariwa, la única que no se vio afectada por el devastador tsunami de 2011.

Por el momento se desconoce cuándo podrá reabrir esa planta al contar con la firme oposición del gobernador de la prefectura de Niigata, Hirohiko Izumida.

CRISIS NUCLEAR Y FINANCIERA De no poder reabrir sus reactores atómicos, Tepco no descarta otro plan para lograr cerca de 60.000 millones de yenes (464 millones de euros) de beneficios si consigue convencer al Gobierno de la necesidad de elevar nuevamente las tarifas eléctricas a partir de enero.

La empresa, que suministra electricidad a unos 30 millones de persones en la región de Tokio, está en proceso de reestructuración de 10 años bajo control del Estado tras recibir 1 billón de yenes (7.734 millones de euros) de dinero público en julio de 2011.

Tras la crisis nuclear, Tepco afronta las indemnizaciones millonarias para los afectados por el accidente, el proceso de desmantelamiento de la central (que duraría 40 años) y la descontaminación y tratamiento de los residuos de las zonas afectadas por la alta radiación.

De los 50 reactores nucleares que tenía Japón antes de la crisis en Fukushima, actualmente solo dos se encuentran operativos a la espera de que el próximo 15 de septiembre se detengan también para una serie de revisiones de seguridad, lo que se espera suma de nuevo a Japón en un apagón nuclear