Un equipo de científicos de Estados Unidos ha descubierto bajo las aguas del océano Pacífico el que consideran el volcán más grande del mundo, de un tamaño parecido al de las Islas Británicas, publica hoy la revista Nature Geoscience.

El volcán, de unos 310.000 kilómetros cuadrados y 650 kilómetros de anchura, está inactivo desde hace 140 millones de años, pero su hallazgo sirve a los expertos para analizar cuánto magma puede almacenarse dentro de la corteza terrestre.

El director de la investigación, el geólogo marino William Sager, de la universidad de Houston (Texas), sostiene que la existencia de este megavolcán demuestra que aquí en la Tierra tenemos volcanes análogos a los hallados en Marte.

140 MILLONES DE AÑOS En el citado planeta se encuentra el Monte Olimpo, que se consideraba hasta ahora el más grande del sistema solar, con 625 kilómetros de anchura.

El Tamu Massif, como se ha denominado a la masa de lava del Pacífico, se sitúa en la parte noroccidental del océano, integrado en el gran macizo Shatsky Rise, a unos 1.500 kilómetros al este de Japón y unos 2 kilómetros por debajo del agua, según precisan los geofísicos en su artículo en la revista británica.

Se cree que pudo formarse hace 140 millones cuando el volcán erupcionó y la lava se depositó en el fondo marino, formando la actual estructura parecida a un escudo.

EL MONTE OLIMPO Los expertos creen que las raíces del Tamu Massif se internan unos 30 kilómetros dentro de la corteza terrestre, frente a los 2 kilómetros de las del Monte Olimpo.

El volcán más grande que hasta ahora se conocía en la Tierra era el Mauna Loa, en Hawái, que tiene un área mucho más pequeña que el Tamu Massif si bien es más alto, con nueve kilómetros de altura desde el fondo marino frente a solo cuatro.

El equipo de Sager pudo llegar a sus conclusiones mediante un estudio in situ en una embarcación, desde la que dispararon armas de aire para crear ondas sísmicas que penetraran la montaña y de las que midieron su comportamiento.

Los geofísicos creen que el Tamu Massif surgió de un solo punto principal emisor de lava, frente a otras teorías que apuntaban a que pudo haberse creado por la suma de las emisiones de varios volcanes, que es como se originaron las islas de Islandia y Hawái.