En Brasil, seis de los estados anfitriones de la Copa Mundial de Fútbol del próximo año están demandando a la FIFA, para recuperar los costos de casi US$100 millones para proyectos de infraestructura temporales.

Las autoridades estatales dicen que para la Copa Confederaciones en junio, la FIFA exigió carpas para los patrocinadores, habitaciones especiales para las emisiones de TV y zonas para invitados especiales.

Los fiscales dicen que este gasto era exclusivamente para los intereses de la FIFA y no beneficia a la población local.

Pero la FIFA dijo que el financiamiento de las instalaciones se acordó en los contratos firmados en 2007 y 2009.

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