En el municipio de Reggiolo (norte de Italia), popular por su rica producción de queso, nació y creció una leyenda del fútbol: Carlo Ancelotti. Pero el balompié no siempre fue su destino. De hecho, sus padres se dedicaron justamente a producir queso, como su tierra natal mandaba. A ese rubro agricultor también apuntaba ‘Carletto’ desde su infancia, atraído por las vacas que rondaban en la granja familiar. Pero una pelota se cruzó en su camino. Y ya nada podía evitar que se convirtiera en uno de los entrenadores con mayor reconocimiento en la historia de este deporte.
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“El fútbol no es solo un trabajo. Crecí en una granja, el fútbol es una vida mejor”, dijo en retrospectiva Ancelotti, en una de las tantas entrevistas que ha dado luego de que su nombre se haya hecho conocido en todo el mundo. Al inicio, claro, no fue nada fácil.
De hecho, convencer a los suyos de que su éxito en el balompié estaba garantizado fue una misión casi imposible. Incluso, la madre de ‘Carletto’ no quiso en un inicio que su preciado hijo se aventurara en el deporte rey. Ella prefería que su religiosidad prevalezca antes que cualquier cosa.
“Mi madre no quería que me fuera. No le importaba nada el fútbol. Me fui con los curas, los Salesianos. Aprendí mucho en disciplina. Eran muy estrictos, pero aprendí mucho y lo agradezco. Cuando volvía a casa era difícil volver”, contó el mismo Ancelotti en el programa Universo Valdano.
Sin embargo, como se mencionó desde el preámbulo de esta historia, absolutamente nada podía impedir que Ancelotti sea lo que es hoy. ‘Carletto’ se estrenó oficialmente con el Parma -cual parmesano- y forjó toda su carrera como futbolista en su país natal (Italia).
De hecho, se consolidó como figura en el ‘Calcio’, siendo referente en la Roma y en el AC Milan. Incluso fue internacional con la selección de Italia. En medio de toda esas andanzas en el campo (no agrícola), Ancelotti no dejó sus estudios de lado en ningún momento, aunque estaba bastante claro que su única vocación siempre fue el fútbol.
“No me gustaba el estudio, pero acabé como perito eléctrico, así que si hay que cambiar una bombilla, se puede contar conmigo. Lo acabé cuando era capitán de la Roma, en 1987″, narró en Universo Valdano.
Hablando de hazañas como futbolista, Carlo Ancelotti nunca olvidará la primera vez que disputó la Copa de Europa, hoy llamada Champions League. Y habrá que apuntar muy bien el nombre de este certamen en su biografía. Junto a Paolo Maldini, Van Basten, Rijkaard, Ruud Gullit, entre otras estrellas de este deporte, ‘Carletto’ levantó su primera ‘Orejona’ en 1989 con el AC Milan. Al año siguiente repitió la gesta y revalidó su título.
Después, tuvo que pasar más de una década para que Ancelotti volviera a consagrarse en la máxima competición europea de clubes, pero ya no como jugador, sino como entrenador. Es en esta etapa actual, en el banquillo, que su reconocimiento futbolístico ha alcanzado el tope. Y no es para menos.
Un DT récord
En 1992, Ancelotti decidió colgar los chimpunes con el trofeo de la liga italiana en sus manos. Nada mejor que retirarse así, con un éxito más en el palmarés personal. Y luego comenzó su transición. ‘Carletto’ no quiso abandonar el fútbol del todo y, fugazmente, emprendió su aventura en el banquillo.
En el mismo año de su retiro, Ancelotti inició su experiencia siendo asistente técnico de su exentrenador y amigo Arrigo Sacchi, quien en ese entonces tenía el mando de la selección italiana. Nada mal para comenzar. Ya en el 95′ se estrenó como DT principal del AC Reggiana 1999 para demostrar de lo que está hecho. El resultado fue más que positivo: consiguió el ascenso a la Serie A.
Tras ese logro, ‘Carletto’ fue fichado por nada menos que el Parma, club en el que inició su carrera futbolística. En su primera temporada alcanzó el subcampeonato de la Serie A y al año siguiente se ubicó en el sexto lugar. Tras ese paso, Juventus apostó por él en las tres temporadas posteriores, pero apenas consiguió dos subcampeonatos más en la liga italiana. Su único título con la ‘Vecchia Signora’ fue la antigua Copa Intertoto (1999)
Su rumbo exitoso comenzó a enderezarse cuando tomó las riendas del AC Milan desde el 2001/02. Con la ‘Rossoneri’, todo lo que había trabajado comenzó a dar frutos. No solo logró coronarse campeón en Italia, sino también, y lo más importante, conquistó dos Champions League, su competición predilecta.
Después de ocho campañas inolvidables con el Milan, emprendió sus andanzas en otros países a los que no acostumbraba, pero a los que supo adaptarse rápido. Fue campeón en Inglaterra con el Chelsea (2010) y fue campeón en Francia con el PSG (2013). Luego, llegó al Real Madrid y aquí hay que hacer una breve pausa. Lo amerita.
En la Casa Blanca, ‘Carletto’ forjó una historia de amor-odio con los madridistas. No pudo sacar campeones a los merengues en LaLiga después del recordado paso de Mourinho, pero sí pudo volver a situarlos en el trono de Europa. Ancelotti consiguió la famosa Décima en el 2014, pero al año siguiente fue despedido inesperadamente con un año de contrato vigente.
El entrenador italiano no se quedó sin trabajo. El Bayern lo contrató y salió campeón en Alemania (2017). Después, pasó por el Nápoli, donde obtuvo un subcampeonato y, antes de regresar a Madrid, dirigió al Everton, ya con una trascendencia mucho menor al que estaba acostumbrado.
Pero se gestó su retorno. Florentino Pérez llamó a ‘Carletto’ y le pidió que regrese. Él no dudó en aceptar la propuesta. “Estoy muy feliz de volver aquí. Siento que es mi casa, estoy muy contento y voy a poner toda mi energía para que las cosas salgan lo mejor posible, como en el pasado”, pronunció emocionado en su nueva presentación. El resto es historia.
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Ancelotti guió nuevamente al Real Madrid a la gloria, después de unos años complicados marcados por la marcha de Cristiano Ronaldo. Primero ganó el título que le faltó ganar en su primera etapa: LaLiga. Así, se convirtió en el primer y único entrenador en consagrarse en las cinco grandes ligas de Europa.
Pero eso no es todo. ‘Carletto’, no conformado con el título liguero, fue en busca de más hazañas y permitió, una vez más, que el Real Madrid vuelva a refugiarse en su jerarquía y grandeza para levantar otra ‘Orejona’. Los merengues protagonizaron remontadas que solo ellos pueden hacer en la última edición de la Champions y ganaron la decimocuarta de la mano del técnico italiano, quien celebró a su estilo más propio: con un tabaco en su boca y una alegría inmensa con sus pupilos.
Hablamos de Ancelotti, hablamos en concreto de un DT récord. 24 títulos en su vitrina no son ninguna casualidad. El reconocimiento de ganar en todo país que pisó tampoco. Y el hecho de ser el entrenador más ganador en la historia de la Champions League con cuatro trofeos… mucho menos.
Ahora, afronta una campaña más al mando en la ‘Casa Blanca’ y espera que sea igual que la anterior. O mejor. Lo cierto es que, dentro de su amplio panorama, ‘Carletto’ ya no se ve fuera del Real Madrid. Cuando su segundo ciclo con los blancos termine, también entonces acabará su gloriosa etapa como director técnico.
“Esta etapa en el Madrid cerrará mi carrera. Después de los blancos, me retiraré. El Real Madrid es el top del fútbol. Tiene sentido poner la palabra fin tras esta experiencia”, sentenció recientemente.
Su tranquilidad y personalidad
La mayor virtud de Carlo Ancelotti, la que más se le reconoce por sobre todas las cosas, es el excelente manejo de grupo por encima de la estrategia. ‘Carletto’ siempre ha sido un entrenador que ha caído bien en todo el mundo, a propios y extraños. Sin excepción. Sus dirigidos siempre dan fe de eso.
“El secreto de Ancelotti es su personalidad: no inventa fórmulas extravagantes y todos sus jugadores lo quieren”, opinó con bastante certeza Jorge Barraza, columnista de este Diario. Y nada más cierto.
Antes que entrenador, Carlo es una muy buena persona. Amabilidad, tranquilidad, buen humor son algunas características que definen perfectamente al italiano. En su carrera, los conflictos casi nunca existen, aunque su peculiar ceja levantada refleje lo contrario.
Ese gran don de gestionar un vestuario de la mejor forma posible le ha llevado demasiado lejos. De hecho, sus éxitos tienen base principalmente en eso: su pacificidad, su paciencia, su buen trato. “Poder blando”, lo califica él mismo en su libro ‘Liderazgo tranquilo’.
Por eso ‘Carletto’ es único. Trabajar con él es un verdadero privilegio. Incluso, los mismos rivales elogian su forma de liderar cada grupo que ha tenido a su disposición. Y el mismo Antonio Rüdiger también lo deja claro, porque aparte de sentirse contento con su llegada a Madrid, está seguro que Ancelotti es el más indicado para volver a levantar una ‘Orejona’.
“Para mí es un gran honor trabajar con Carlo Ancelotti. Estoy convencido de que todavía puedo aprender mucho más de él y espero que me ayude a ganar otra ‘Champions’ más”, confesó Rüdiger, el fichaje que pidió ‘Carletto’ para esta temporada 2022/23.
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