Finalizaba el partido Juventus 2 Mnaco 1 y la cmara de la TV hizo un primer plano del brazo tatuado que mostraba, ufano, un hincha turins. La indeleble tinta deca Ganar no es lo importante, es lo nico. Es un mensaje que, con matices, se propala por millones en las redes sociales. Estamos rodeados de ganadores, porque el individuo que se tata esa leyenda se siente l un triunfador total. Tal vez el dueo del brazo tatuado sea un desocupado, un sujeto lleno de frustraciones, un ni ni (ni trabaja ni estudia), un mammone, ese ejrcito de cientos de miles de italianos no tan jvenes que llegan a los 40 aos y siguen viviendo en casa de la mamma porque no generan para solventarse por su cuenta. Tambin es posible que sea un tremendo tronco con la pelota que juega los sbados con los amigos y pierde siempre. Pero l se autoproclama como un ganador incurable y pasa el mensaje casi socarronamente: Aprendan, tontos, esto es lo nico que vale: ganar. Como si solamente a l le gustara ganar (lo desean todos los hinchas desde que empez formalmente el ftbol en 1863). Y como si el que ganara fuera l, no el equipo. Asociarse al xito genera una sensacin automtica de ser exitoso. Sin necesidad de talento ni esfuerzo. Son los campeones del sof.
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Ahora bien: como Juventus es el casi campen del Scudetto (apenas le falta un burocrtico empate para consagrarse) y como adems es finalista de la Copa Italia y de la soada Champions League, significara que los hinchas de las otras diecinueve squadras italianas son una muchedumbre de perdedores. Pero ocurre que entre estos hay miles de sujetos brillantes, exitossimos escritores, ingenieros, empresarios, jueces, actores, pintores, msicos, diseadores, triunfales padres de familia, etctera, que son hinchas del Inter, de la Roma, del Milan, del Cagliari, del Bologna Estos seran los perdedores.
Ganar es lo nico es el mensaje que les han tallado en el cerebro a cientos de millones de jvenes: lo nico que vale. Otras frases infelices que revolotean, sentencian: ser segundo es ser el primero de los perdedores, o ser segundo es nada. Y quien las esgrime est convencido de ser un astuto importante. De all deviene mucha violencia, porque cuando el xito no llega se activa la intolerancia. Hay un cmulo de consignas falsas en el ftbol y en el deporte tontamente propaladas por tantos periodistas y en forma daina por muchas publicidades vinculadas al deporte. Similar a los anuncios de cigarrillos en otra poca. Fumar estaba asociado al placer, a ser un duro, un verdadero hombre, a tener xito con las mujeres. Un anzuelo para que todos fumaran. Ahora est vinculado con la muerte. Lo dicen las cajetillas de tabaco.
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Alex Ferguson, el entrenador con ms suceso de la historia (49 ttulos logrados), no menciona en su libro Liderazgo el calificativo ganador. S insiste, en casi todas las pginas, con trabajo, disciplina, motivacin, conducta. Cuenta una preciosa historia: haba llegado al Manchester United el 5 de noviembre de 1986, estaba en marzo de 1990 y, tras haber trabajado denodadamente, slo haba cosechado desilusiones. Llevaba once partidos sin ganar en la Liga. Fue un perodo funesto. Los aficionados se impacientaban Comparado con el continuo nivel de xitos del que haba disfrutado en el Aberdeen, me sorprendi encontrarme en esa situacin. Mi hijo Jason, que entonces era un adolescente, recuerda que durante esa sequa estaba en la cocina llorando y me pregunt si podamos volver a Aberdeen. Hace poco me record que contest: No, vamos a trabajar duro y todo saldr bien.
No le dijo Tranquilo, que soy un ganador. Habl de redoblar esfuerzos.
No soporto a los periodistas que afirman que slo ganar sirve. Es una estupidez, dice sin ambages Ricardo Vasconcellos, jefe de Deportes de El Universo. Y agrega: Mienten en el anlisis o lo trivializan porque todo tiene valor desde el resultado. Pero despus, ante determinada situacin, piden mesura, calma, cabeza fra, sin embargo su discurso no tiene nada de lo que piden o recomiendan.
Luego pone como ejemplo el choque definitorio de la Champions que sostendrn el 3 de junio Juventus y Real Madrid. En una final hay dos, para llegar hasta ah seguramente ambos han hecho mritos parecidos y han recibido cantidades de elogios de la prensa. Pero slo uno ser campen. Hay que tener poco criterio periodstico para deshacer todos los elogios previos dedicados al que pierda.
En el tpico del xito pareciera que los nicos pillos son quienes lo proclaman. Aquel tatuaje encendi rpidamente un debate entre narrador y comentarista. Bueno, para eso se juega no?, coment uno de ellos. Desde luego, vencer es la finalidad de cada enfrentamiento desde la invencin de los deportes. Pero hay una proclama descarnada del xito, casi salvaje: ganar, ganar, ganar.
Afortunadamente, el pblico brasileo dio unos aos atrs una muestra de cordura. En una gran encuesta nacional, Tel Santana fue elegido el mejor DT brasileo de todos los tiempos. Y no fue campen del mundo. Aquel Brasil de Tel fue el gran espectculo del Mundial 82, es hasta hoy el mejor recuerdo de ese torneo. No gan por esas cosas del ftbol.
Algo similar ocurre con el juego en s mismo: quien intenta jugar bien, pareciera, es un cndido. Aunque es el camino ms seguro hacia la victoria. Antiguamente haba equipos ultradefensivos (fueron desapareciendo desde que el triunfo pas a valer 3 puntos). Se metan todos atrs y, si acertaban un contraataque y ganaban, el periodismo deca que haban hecho un planteo inteligente. Y cundo perdan? Por qu no hicieron un planteo inteligente ese da tambin?
Tiene mejor prensa el que se porta mal que el que lo hace bien. Un deportista correcto es pecho fro. El leero y el rebelde, incluso el anrquico y hasta el indolente, seducen ms que el correcto. Hay que ser un transgresor. Pero cuando el pecho fro hace pasar de largo al transgresor con un amague, le mete un tnel y luego un gol, cmo queda ste? Y estn los pechos caliente, primos hermanos de los ganadores. En Twitter hay millones de pechos caliente. Nunca jugaron ni en la octava de Sacachispas, pero dictan ctedra de temperamento y mentalidad ganadora.
Lo realmente importante es luchar, trabajar duro, prepararse bien, intentar ser competitivo, entregar todo, ser un buen deportista, sentir orgullo, saber aceptar la derrota como una de las posibilidades del juego. Porque, adems, la carrera de un atleta, como la vida misma, est compuesta por muchas ms derrotas que xitos. Pero ganar queremos todos. Y, a propsito de quienes sostienen que ganar es lo nico: qu ganaron?
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