Varios de los grandes ídolos del fútbol sudamericano, entre ellos el argentino Diego Maradona y el brasileño Romario, se dieron cita hoy en Sao Paulo para una reunión convocada por el Corinthians que, según los analistas, es el preámbulo de una guerra contra la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Además de otros grandes ex futbolistas de la región, como el paraguayo José Luis Chilavert y el argentino Oscar Ruggeri, participan en el encuentro representantes de clubes de Brasil y de otros países sudamericanos para debatir los rumbos del deporte en el continente.
La reunión fue organizada por el ex presidente del Corinthians, Andrés Sánchez, apuntado como un fuerte candidato a la presidencia de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en las elecciones de 2015, y quien es un duro crítico de la Conmebol y defiende un aumento de los ingresos que reciben los clubes que participan en la Copa Libertadores de América.
Desde el punto de vista financiero, disputar una Copa Libertadores no trae ninguna ventaja para el Corinthians. Ganamos menos que en el (campeonato) paulista, afirmó Sánchez, al demandar más transparencia de la Conmebol en torno al monto recaudado con la venta de los derechos de transmisión televisiva del principal torneo continental.
Hay que presionar para obtener un pago más elevado, por más apertura y por saber cuánto vale el contrato de televisión, insistió.
Maradona fue uno de los primeros en llegar hoy a la reunión realizada en la sede del Corinthians, pero evitó hablar con la prensa, a diferencia de Romario, quien festejó la realización del encuentro.
Esta reunión vino en un buen momento. Ya era hora de aportar algo de moralidad para el fútbol. Estos dirigentes están en el poder desde hace mucho. Es necesario que los que ya fueron jugadores ayuden a cambiar esto, afirmó el ex artillero, quien hoy se desempeña como diputado federal y se convirtió en uno de los más agrios críticos de la CBF.