Despertar cada mañana en una isla con lagos de agua cristalina, rodeado de un mar turquesa y con temperaturas tropicales suena como el paraíso. Pero en vez de relajarse en una hamaca todo el día en su hogar adoptivo de las Islas Turcas y Caicos, el inglés Matthew Green, de 41 años, está ocupado tratando de librar al país del título de “peor equipo de fútbol del mundo”.
Es una distinción que comparten con Bután y San Marino al ocupar el puesto 207 en el ránking mundial de la FIFA. La tarea no es fácil, ya que el equipo de Green ganó por última vez en 2008 (contra Santa Lucía) y en realidad no ha jugado un partido durante dos años debido a la escasez de jugadores. En la plantilla hay policías, abogados, profesores y trabajadores de la construcción.
Agregue el hecho de que su única experiencia previa como entrenador fue con el equipo de un pub de Hull, en el norte de Inglaterra, y uno tiene una idea de qué tan complicado es el trabajo. Todo el mundo piensa que estoy sentado en la playa tomando piñas coladas, dice Green. Me gustaría, pero hay mucho que hacer.
Una vez llevé a un equipo de un pub en Hull, llamado Spiders (Arañas), a un título de una liga dominical. Pero eso fue un poco diferente a dirigir un equipo internacional.
Cada vez que vuelvo a Hull, mi hermano y sus amigos se burlan del hecho de que estamos clasificados tan abajo. Sé que solo están bromeando, pero hay orgullo. Quieres ver a tu país mejorar en el ránking.
Si podemos conseguir algunos recursos adicionales, definitivamente estamos en condiciones de hacerlo, agrega.
UNIVERSO DE 25 JUGADORES Las Islas Turcas y Caicos constituyen un territorio británico formado por 40 islas del Caribe, ocho de ellas habitadas, con una superficie de 166 kilómetros cuadrados. La población total es de aproximadamente 30 mil personas, un tercio de los cuales son menores de 15 años.
Como director técnico de la asociación de fútbol del país, Green es responsable de supervisar todos los aspectos del desarrollo de este deporte, desde trabajar con las selecciones masculina y femenina, los juveniles, entrenadores y árbitros.
La liga de la isla cuenta con seis equipos de aficionados, pero la mayoría de los jugadores son extranjeros lo que significa que Green tiene que elegir de un grupo de menos de 25 jugadores.
Hay algunos jóvenes talentosos, pero tienden a estar con becas en Estados Unidos y Reino Unido, por lo que es difícil que retornen para los partidos o entrenamientos.
Uno de los pocos profesionales disponibles es Gavin Glinton, de 34 años, quien juega en la segunda división del club vietnamita Mikado Nam Dinhis. Es el máximo goleador del país, con cuatro goles en ocho partidos internacionales.
COMO EN CASA La asociación de fútbol de la isla fue creada en 1996 y dos años después se afilió a la FIFA. Por ese entonces no había canchas ni ligas. Y tuvieron que esperar hasta 2006 para su primera victoria: contra las Islas Caimán en la Copa del Caribe.
Pero, ¿cómo un ex maestro de Hull se convirtió en su entrenador? Green fue dejado en libertad por el equipo Hull City a los 15 años por ser demasiado pequeño y pasó a prepararse para ser maestro. Llegó a las Bahamas en 1998 en busca de un trabajo en una escuela.
La búsqueda fue fructífera y convirtió a Temple Christian High School en una de las grandes potencias del fútbol de Bahamas. También jugaba para el equipo local Grasshoppers FC, y fue su máximo goleador en 2000 y 2001.
En 2007, vio un anuncio para el puesto de director técnico de la selección de las Islas Turcas y Caicos y decidió intentarlo. Consiguió el trabajo y descubrió una isla de hermosas playas y temperaturas promedio en verano de 29ºC. No es de extrañar que celebridades como el actor Bruce Willis y el futbolista inglés Rio Ferdinand hayan adquirido propiedades allí en los últimos años.
Green vive en su propia casa de dos dormitorios rodeada de vegetación natural con vistas a lagos y colinas. El balcón ofrece unas maravillosas vistas. Después de 15 años en el Caribe se siente como en casa, pero los rastros de su origen se revelen de tanto en tanto.
Mi acento varía dependiendo de a quién le estoy hablando, dice. Tengo una voz para entrenar () me asegura que todos nuestros jugadores puedan comprenderme.
La selección no ha jugado desde una derrota de 10 a 0 (en el marcador global) en 2011 en las Eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014. Green está decidido a disputar un par de partidos amistosos en los próximos meses, de cara a su campaña para las Eliminatorias de la Concacaf para el Mundial de Rusia 2018. Y está seguro de que hay razones para el optimismo.
En pocos años hemos logrado armar un programa juvenil bastante fuerte y nuestro programa de base es muy grande, dice. Ahora tenemos más de 20 ligas y competiciones en todas las edades y sexos. Unos años atrás teníamos tres, dice.
No ha sido fácil, pero se ha convertido en el deporte más popular en el país en la categoría juvenil. El atletismo, softball y baloncesto son todavía muy populares, pero, en términos de números, el fútbol está muy por delante ahora.
Un nuevo estadio con capacidad para 5 mil espectadores se construyó en los últimos años gracias a la financiación de la FIFA, mientras que ahora tenemos más de 500 jóvenes matriculados en nuestros programas juveniles en comparación con menos de 100 cuando empecé, agrega.
Tal vez incluso pueda llegar a sacar a su selección del fondo de la clasificación mundial, lo que sería un motivo para celebrar.