En París ya se imaginaron la película. Ya recrearon cada escena, cada detalle y repasan en su mente el final feliz. La locación será el estadio Vélodrome de Marsella, al sur de Francia. El actor principal: Lionel Messi. El contexto y la trama: clásico francés entre el Olympique de Marsella y PSG (1:45 p.m.). Será el primero del argentino fuera de España, país que también vivirá hoy su primer Barcelona vs. Real Madrid de la era pos-Messi, y los hinchas parisinos esperan que el ‘30′ marque su primer gol en la Ligue 1 ante el rival de toda la vida. Ya tiene tres tantos en la Champions League.
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Han pasado casi 16 años desde que Leo disputó su primer clásico con la camiseta del Barza. Su presencia en el campo implicaba goles, asistencias y, sobre todo, triunfos blaugranas. Jugó este tipo de partidos 45 veces (récord, junto con Sergio Ramos que ahora lo acompaña en su aventura en París) y anotó 26 goles (goleador histórico, 8 más que Alfredo di Stefáno). Su último festejo fue el 6 de mayo de 2018, en un 2-2 en el Camp Nou. También es el máximo asistidor de la era moderna del clásico (desde el 2000), con 9 pases gol. Le sigue su excompañero Xavi Hernández (6), quien sigue siendo voceado como futuro entrenador del cuadro catalán.
Pero Messi ahora deberá dejar atrás sus noches épicas ante el Real Madrid y empezar a escribir su nueva historia frente al Marsella, un club “temido” en Francia. El último clásico francés ante el PSG se vio manchado por la denuncia de Neymar, quie acusó de racista al español Alvaro González. También está en el recuerdo el sufrimiento que pasó Marcelo Gallardo hace más de dos décadas.
El ahora técnico de River Plate jugó en Mónaco entre 1999 y 2003. En su primera temporada, en la que salió campeón, le tocó visitar a ‘Les Olympiens’ que estaba peleando el descenso. Tras un primer tiempo tenso en el que hubo una pelea entre los jugadores, Gallardo fue agredido en el túnel por Christophe Galtier, en ese entonces asistente técnico de los locales. “Me dieron en la cara, en el vientre, en la espalda. A las tres de la mañana aún estaba en el hospital”, contó el argentino. “Gallardo es un provocador y tuvo lo que se merecía”, señaló entonces Bernard Cassoni, DT de Marsella. Habían ordenado, incluso, sacar las cámaras de seguridad del túnel.
El último sábado, durante un en vivo de ESPN, un hincha del Marsella tomó el micro y dijo: “Vamos a silbar a Messi todo el partido, es un enemigo, se fue al París Saint-Germain y por lo tanto no es amigo nuestro”. Es el enemigo, con ese cartel recibirán al rosarino que buscará su primer gol en el fútbol francés en medio de un clima hostil.
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La inédita historia de su primer clásico
Lionel Messi debutó de manera oficial con el Barcelona el 16 de octubre de 2004 con 17 años, 3 meses y 22 días. Aunque desde antes ya daba pistas de lo que sería ahora: el mejor de todos. En su camino a Primera, el Espanyol, rival contra el que marcó su estreno, y la Juventus de Italia intentaron ficharlo, pero sus intentos nunca progresaron. Pero todo estuvo a punto de cambiar en septiembre de 2005, dos meses antes de que el argentino disputará su primer Barcelona-Real Madrid.
A casi un año de su debut, el Inter de Milán hizo una oferta astronómica por el argentino que recién había cumplido los 18 años: 150 millones de euros. Eran días en los que el Barza no podía inscribirlo en la Liga española y el entorno de la ‘Pulga’ miraba con buenos ojos su partida a Italia. “El único momento en que ha existido el riesgo real de que Leo se fuera del Barcelona fue cuando llegó la oferta del Inter”, contó Laporta en el libro “Messi” de Guillém Balagué.
Laporta usó todos sus dotes diplomáticas para convencer a Jorge Messi, el papá de Lionel, para que el atacante no acabe en la Serie A. “Querrás dinero por tu hijo, evidentemente, y le asegurarán la vida, pero es que aquí también tendrá la vida asegurada desde el punto de vista económico y, además, conseguirá la gloria”, le dijo, según el mencionado libro. El mandamás se la jugó, lo logró -Leo consiguió todo con el Barza-, pero el final no fue el esperado por ninguno: la ‘Pulga’ hoy está en el PSG, lejos de Barcelona, tras sufrir las consecuencias de una crisis económica que azota a la institución.
Massimo Moratti, propietario y presidente del Inter, aprovechó una cena en Madrid para decirle a Joan Laporta que quería al rosarino, que estaba enamorado de los jugadores zurdos y que él era especial. El mandamás del Barcelona le respondió que no se iban a desprender del futbolista.
Las semanas posteriores fueron tensas. Mientras los Messi consideraban cada vez más la opción de partir hacia Italia, el club buscaba todas las maneras de convencerlo que se quede. Es así que el técnico Frank Rijkaard decidió incluirlo de a pocos en los partidos. En noviembre llegó su primer clásico español: visita al Santiago Bernabéu. Antes, en 2004, había estado en el banco de suplentes en un Barza-Madrid, pero esta vez iba a ingresar.
El duelo acabó 3-0 a favor del cuadro catalán y todas las miradas recayeron en Ronaldinho, quien marcó dos goles y recibió una ovación de pie del Bernabéu. La delantera azulgrana conformada por ‘R10′, Eto’o y Messi estuvo imparable. El argentino disputó 69 minutos antes de ser cambiado por Iniesta. Desde entonces su ascenso fue meteórico hasta ser el que es ahora: el mejor de todos que busca, fecha a fecha, seguir demostrando que es el rey. Este domingo afrontará su primer clásico francés en busca de su primer gol en la Ligue 1.
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