La historia de Maxim Molokoedov es propia de un guión de Hollywood: un hombre que, tras una condena de tres años por tráfico de drogas, se redime jugando al fútbol en un equipo profesional. Sucedió esta semana en Chile, donde el ex narcotraficante ruso de 25 años emprendió su aventura en libertad con el sueño de convertirse en el primer reo que debuta en el balompié profesional.
Sigo en Chile porque tengo contrato por un año con Santiago Morning. Voy a jugar con ganas, ojalá el equipo pueda subir a Primera División, dijo el joven apenas dejó tras de sí el penal. Molokoedov, detenido en 2010 con seis kilos de cocaína en el aeropuerto de Santiago, pasó de sobrevivir entre criminales a tener un futuro deportivo al ser descubierto por el ex seleccionado Frank Lobos.
DESCUBIERTO EN LA CÁRCEL Lobos, otrora un habilidoso mediocampista de Colo Colo, detectó el talento de Molokoedov durante su visita a la cárcel en 2011, como parte de un programa deportivo de ayuda a los presos. Primera vez que recorro la ciudad, dijo el joven ruso al ser incorporado ese año a los entrenamientos de los bohemios de Santiago Morning y anotar sus primeros goles en las prácticas.
La alegría y las luces televisivas que trajo su historia, sin embargo, fueron un problema para Molokoedov ante la envidia y amenazas de varios reos. La policía de prisiones, a cargo de 100.000 reclusos, lo trasladó entonces al módulo D, donde una veintena de detenidos aficionados al deporte purgan sus penas.
LIBRE PARA EL FÚTBOL Molokoedov, que llegó a Chile sin hablar español, aguardó entre murallas pintadas con el rostro de Jesús su liberación, acto al que asistió hasta el ministro de Justicia interino, Juan Piña. Sólo quiero jugar al fútbol, dijo el deportista al salir de la cárcel el viernes y luego de que el Ministerio de Justicia revocara la orden de expulsión del país que lo amenazaba.
Molokoedov, que ya jugó por la Copa Chile contra equipos como Universidad de Chile y Colo Colo, cree que no retornará pronto a su país. Hablo todos los días con mi familia por Skype, pero no quiero volver. Me gusta jugar al fútbol y es lo que me motiva. Ahora tengo una posibilidad real de hacerlo acá, así es que quiero quedarme, se sinceró en libertad.