El Real Madrid encuentra en la Liga de Campeones un refugio donde ampararse en el mal momento liguero que protagoniza tras una derrota ante el Atlético de Madrid que hace dudar de su identidad, y encuentra en competición europea y el modesto Copenhague, una vía de escape para ganar confianza.
La Champions llega de nuevo al Santiago Bernabéu para devolver la alegría y la esperanza a una afición cabizbaja por el inicio de temporada de un Real Madrid al que le falta una identidad por definir. Carlo Ancelotti no da con la tecla y el partido ante el Copenhague es un buen momento para recuperar autoestima y que los jugadores comiencen a tener confianza en el proyecto.
De momento muestran no saber bien a qué jugar. Perder el derbi de Madrid en el Bernabéu provocó reunión de jugadores con el técnico y cena del presidente Florentino Pérez y su hombre fuerte, José Ángel Sánchez, con Ancelotti. Apoyo máximo a un entrenador al que han cambiado el rumbo y la idea que tenía al llegar al Real Madrid.
La situación del conjunto madridista pide líderes. Es el momento en el que los pesos pesados deben asumir el protagonismo. Cristiano Ronaldo nunca se esconde y cumplirá su partido cien en competición europea. Gareth Bale buscará protagonismo en su primer partido como titular en el Santiago Bernabéu. Y el capitán Iker vuelve a la portería. Casillas no juega un partido oficial en su estadio desde el pasado 15 de enero.
Tras un plácido estreno en Estambul con goleada al Galatasaray (1-6), llega un partido inédito. Nunca en la historia se enfrentaron Real Madrid y Copenhague. La última ocasión que el Real Madrid se cruzó en su camino un conjunto danés fue en la temporada 1994-95, el Odense en la Copa de la UEFA. Su rival, el Copenhague, presenta un pobre balance ante equipos españoles. Nunca ganó a uno en ocho partidos.
El sorprendente empate de Copenhague (actual campeón danés y ganador de las últimas 13 ligas), logrado en la primera jornada contra el Juventus fue un resultado engañoso. La sobresaliente noche de Wiland en la portería evitó un triunfo cómodo de un rival superior. El portero, que hace algo más de una semana sufrió un fuerte golpe en un brazo, estará listo para jugar. Al igual que el central Mellberg, ex Racing de Santander y Villarreal.